La ciudad de Valencia está repleta de impresionantes monumentos que, muchas veces, pasan desapercibidos, pero que detrás tienen una historia fascinante.
Este es el caso de las famosas cruces, unos monumentos religiosos que se construían, en muchas ocasiones, para marcar los límites geográficos de la ciudad. Aunque también, existen teorías que atribuyen su construcción, o bien, al recuerdo de la Reconquista de Valencia por Jaume I el Conquistador, quien mandaba erigir una cruz en aquellos lugares donde acampaban al sitar la ciudad, o bien, por un hecho milagroso que ocurría en el lugar.
Actualmente, en Valencia existen 14 cruces de término, entre las que se encuentran la del Camino Morvedre, que es la más antigua, la Cruz del Canyamelar o la Cruz de Pinedo o Creu de Conca. Sin embargo, una de las más conocidas es la que se encuentra en el antiguo Camino Real de Xàtiva.
Conocida, sencillamente, como la Cruz Cubierta es una obra gótica de 1376, que no solo ha sido restaurada en diferentes ocasiones, sino que además se le atribuyó, durante muchos años, el nombre de 'La Cruz del Milagro'.
Desde su construcción, esta cruz ha sido un referente de la ciudad de Valencia, ya que, por una parte, marca el final de la calle más larga de la ciudad, San Vicente Mártir, y por otra, ha dado nombre a un barrio entero, que siente como parte de él este monumento.
Y de la misma manera que los vecinos de este barrio se sienten identificados con la Cruz Cubierta, también luchan por conseguir mejoras en sus calles. Por este motivo, hace ya alrededor de 30 años que la asociación de la Cruz Cubierta reclama la construcción del famoso Parque Central, que no solo provocaría la desaparición de las viejas fábricas y el cuartel abandonado del Ejército, sino que además supondría una regeneración importante para todo el barrio de Jesús.