El nivel de oxígeno en el agua de l’Albufera ha aumentado cuatro veces más en las últimas semanas, por lo que la calidad de las aguas, tanto de los canales como del lago, "es probablemente la mejor de todo el año". Así lo señala un informe del Ayuntamiento de València, que destaca la contribución de las bajas temperaturas de febrero y el vaciado de los ‘tancats’ como decisivos, así como los aportes desde el Túria y el Júcar que se están llevando a cabo desde finales del otoño.
Las cifras muestran 9 mg por litro con saturaciones superiores al 86% en las mediciones de concentración de oxígeno. Unos números alejados del punto de inicio de la peligrosa anoxia, delimitado en los 2 mg/l. El buen estado del agua se ve reflejado, además, en que la temporada de pesca se está desarrollando "con total normalidad", según indican desde la comunidad de pescadores del Palmar.
No obstante, la situación el pasado noviembre de l’Albufera era completamente distinta. En aquel mes se sucedieron episodios de aguas negras por pudrición a causa de la combinación letal de calor, paja de arroz no retirada y temporal de lluvias, que obligó en su momento a Emergencia Climática a activar un plan de choque.
Choque político por l’Albufera
Hace un par de semanas, el PPCV denunciaba el "estado crítico" de l’Albufera por la acumulación de la paja de arroz y mortandad de los peces, algo que obedece al accionamiento de los motores de los ‘tancats’, que se ponen en marcha en esta época para vaciarlos. «Son los ejemplares que entran en invierno y quedan atrapados en los canales de drenaje, principalmente carpas que mueren golpeadas por los rotores de las motobombas», se explica en el documento.Ante declaraciones de este calibre, el vicealcalde de València, Sergi Campillo, no dudó en replicar al partido que dirige Isabel Bonig. "Se miente conscientemente cuando se dice que hay mortalidad de peces por la pudrición, algo que no es posible por las bajas temperaturas de esta época del año y porque lo que hay no es paja del arroz. Lo que hacemos es retirar la vegetación invasora, algo que dejó de hacer en 2011 el Partido Popular y que en 2016 recuperamos nosotros", afirma Campillo.
El también concejal de Ecología Urbana rechaza la visión "alarmista y catastrofista" y recalca que aún queda mucho trabajo por hacer. "La demagogia irresponsable del PP, que no se corresponde con los estudios científicos de la Politècnica de València que hablan de una clara mejoría y de que el parque se está recuperando respecto a las últimas décadas, cuando colapsó ambientalmente", ha añadido el vicealcalde.
A finales del mes de febrero, el Servicio de Devesa-l’Albufera empezó con la retirada de vegetación que invade los canales desde las orillas. Se corta el material antes de la nidificación para facilitar el desagüe de la laguna. Este tipo de trabajos se llevan haciendo desde 2016 para que los restos flotantes no deriven en peligrosos taponamientos, ya que la no retirada podía provocar descomposición en el agua, o su arrastre hacia campos o playas en el caso de fuertes lluvias.