El Jardín del Turia tendrá una nueva ruta accesible para facilitar la entrada de las personas con movilidad reducida

Asfplant y la Asociación Valenciana de Artrosis y Osteoporosis están diseñando un nuevo itinerario para convertir este pulmón verde en un espacio apto para cualquier persona

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Una persona en silla de ruedas en el Jardín del Turia. Imagen: Visit Valencia - Pablo Casino
Una persona en silla de ruedas en el Jardín del Turia. Imagen: Visit Valencia - Pablo Casino

El proceso de transformación de las tramas urbanas de las ciudades se ha ido consolidando en los últimos años con la aceleración de la puesta en marcha de distintas actuaciones e iniciativas para incrementar la accesibilidad universal en la vía pública. En paralelo, también ha aumentado la conciencia social sobre las dificultades que una persona con movilidad reducida (PMR) debe superar mientras circula por las calles de cualquier urbe en su día a día. Sin embargo, en ciudades como València todavía quedan algunos espacios de carácter público que carecen de una accesibilidad total y donde quienes tienen una menor movilidad no pueden acceder.

Es el caso de gran parte del Jardín del Turia, uno de los pulmones verdes de la capital valenciana que gracias a los más de diez kilómetros que forman su recorrido lo convierten en el parque lineal más grande de toda Europa. A pesar de ser uno de los espacios verdes más grandes que se inscriben en la estructura urbana valenciana, en la actualidad no es un punto accesible para las PMR debido a su desnivel, ya que este se ubica en el antiguo cauce del río Turia antes de que este fuera desviado tras la riada que inundó parte de València en el año 1957.

De hecho, tan solo hay cuatro tramos (el 12, 13, 14 y 15) considerados accesibles a cualquier persona, ya que permiten que, por ejemplo, los usuarios en silla de ruedas puedan bajar desde la calle hasta esta zona verde. Precisamente, es en estos cuatro tramos donde diferentes entidades planean crear una nueva ruta totalmente accesible destinada a personas con movilidad reducida. Se trata de una iniciativa impulsada por la Fundació Asfplant (Asociación Profesional de Flores, Plantas y Tecnología Hortícola de la Comunidad Valenciana) y la Asociación Valenciana de Artrosis y Osteoporosis (AVAO) que pretende “dar una llamada de atención a las administraciones públicas para que conozcan la realidad de las personas con movilidad reducida” y así crear cada vez más lugares accesibles en la ciudad, explica Lucía Garrigues, directora de proyectos de la fundación.

Además, este proyecto también cuenta con la colaboración de Caixa Popular, Grupo Ugarte, y también el Ayuntamiento de València a través de la OAM Parque y Jardines; y se financiará, en parte, a través de una ayuda de la Fundació Horta Sud dentro de la convocatoria de “Projectes que canvien el món” en la edición 2024. Así, a través de este se planificará una ruta segura, accesible y sin obstáculos para las PMR; así como para las “personas mayores que han perdido capacidad de movilidad, usan muletas o andadores y no pueden caminar bien”, detalla. “A penas vemos personas mayores con andadores por el cauce por bajar hasta allí les supone una odisea”, añade. 

Jardín del Turia de València
Jardín del Turia de València

La idea de esta ruta es crear un itinerario que pueda ser transitado por cualquier persona en el Jardín del Turia, ofrecer información sobre el estado de la zona y los posibles obstáculos que pueden encontrar las PMR y que este parque pueda ser un refugio climático para toda la ciudadanía. “Este jardín con el cambio climático y el aumento de las temperaturas es un espacio verde que puede actuar como refugio frente al calor y estas personas no lo pueden disfrutar porque solo pueden acceder a cuatro tramos”, relata Garrigues.

Se prevé que transcurra entre los tramos 12 y 15 del jardín, ya que “son los más accesibles porque son los más recientes y se han tenido más en cuenta las necesidades que puede tener una persona con movilidad reducida, además de tener más servicios que otros tramos más antiguos”, expone la directora. Asimismo, la directora aclara que, por ahora, la ruta se trazará por los caminos existentes sin necesidad de hacer ninguna obra debido al reducido presupuesto, aunque estas no se descartan en un futuro. 

Las rampas, una solución “factible” si está en buen estado

La directora de proyectos de la Fundació encargada de materializar este nuevo trazado confiesa que “no es fácil encontrar accesible un trazado que esté en consonancia tanto con la forma natural de cauce, como con las zonas verdes y el tráfico rodado” y nombra dos posibles soluciones para aumentar la accesibilidad al jardín: instalar ascensores en los tramos más concurridos y donde haya más servicios; y garantizar la existencia de rampas “seguras y en buen estado”.

Una persona en silla de ruedas
Una persona en silla de ruedas

Precisamente, la colocación de rampas que permitan bajar desde la calle hasta el jardín son “una solución factible”, pero, advierte Garrigues, “estas deben estar bien diseñadas”. “Desde fuera, muchas veces pensamos que con que haya una rampa ya es accesible un lugar y para nada es así. Hay que tener en cuenta si la rampa tiene la pendiente indicada, si su suelo es antideslizante y si el terreno tiene baches o es, más o menos, uniforme”, concreta. Tal y como ejemplifica, “los baches y terrenos poco uniformes también son muy perjudiciales tanto para las personas en sillas de ruedas” como para aquellas que sufren dolores crónicos que les restan movilidad. 

Puesta en marcha con la llegada del otoño

Ahora, el equipo que se encarga de diseñar esta ruta está inmerso en la segunda fase del proyecto en el que se perfilará el trayecto y la distancia que tendrá esta; posteriormente, durante la tercera fase se colocará la señalética correspondiente con la que se indicará el trazado de este itinerario y, por último, la cuarta fase será la inauguración y la puesta en marcha de la ruta.

En ese sentido, desde la Fundació Asfplant indican que el proceso de diseño se desarrollará a lo largo de estos meses y la previsión es que sea entre los meses de septiembre u octubre cuando finalice todo el procedimiento para que esté lista de cara al otoño coincidiendo con la bajada de las temperaturas. “No se va a crear ninguna infraestructura nueva, sino aprovechar la que ya está creada para crear una ruta para que las personas con movilidad reducida tengan información de cómo acceder al cauce y que posibles obstáculos se pueden encontrar”, concluye Garrigues. 
 

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