El Ayuntamiento de Valencia renovó, hace ahora un año, la rosaleda que el jardín del Túria tiene en su tramo XII, «para ofrecer a la ciudadanía un espacio de excelente calidad ornamental», según ha dicho la concejala de Parques y Jardines, Pilar Soriano. La rosaleda se encuentra en estos momentos en pleno rendimiento, gracias a esta intervención de la concejalía hace ahora un año. Parques y Jardines ha programado para mañana una suelta de ejemplares de ácaros depredadores en estos rosales (Phytoseiulus permisilis y Neoseiulus californicus), considerados como fauna útil para la lucha biológica y para evitar que se produzca una plaga de araña roja que dañe las plantas.
El nuevo modelo de jardinería que está aplicando la concejalía de Pilar Soriano contempla utilizar los métodos menos nocivos para la salud y, a la vez, más respetuosos con el medio ambiente, con el sistema denominado como lucha biológica.
Los ácaros que se liberarán mañana en la rosaleda se alimentan de huevos, larvas y adultos de las arañas rojas que están dañando el rosal. Los daños pueden apreciarse en la parte inferior de la hoja de los rosales. Las arañas rojas succionan el contenido de las células y la clorofila es destruida o desaparece, lo que implica una reducción de la fotosíntesis y del crecimiento de la planta. Además, las manchas en las hojas deprecian ornamentalmente el rosal y las picaduras de las arañas pueden introducir sustancias tóxicas para la planta en algunos casos, llegando incluso a perder las hojas.
«El ataque de las arañas rojas no es letal para la rosaleda, pero sí que puede causar graves daños si no se toman las medidas correctoras oportunas. La aparición de esta plaga ha venido propiciada por vientos secos de poniente y temperaturas elevadas. Por eso hemos decidido actuar ya», ha dicho la regidora Soriano.
La rehabilitación de la rosaleda hace un año, que estaba en condiciones muy malas, consistió en la sustitución del suelo vegetal -para lo cual fue necesario vaciar más de sesenta parterres- por otro más conveniente para el desarrollo de la rosaleda. En total, se trabajó con más de 1.400 toneladas de tierra y 100 metros cúbicos de materia orgánica.
Esta rosaleda que tiene la ciudad de Valencia en el jardín del Túria es un espacio de carácter ornamental en un jardín abierto. Consta de 2.360 unidades y ocupa una superficie de 1.400 metros cuadrados.
El coste total de la intervención fue de 45.583,15 euros. «La falta de mantenimiento y elecciones desafortunadas por parte de los anteriores equipos de gobierno, como por ejemplo la de un suelo con graves problemas de carencia de permeabilidad, comportaron que muchos espacios de la ciudad necesitan una rehabilitación total. El Govern de la Nau está apostando desde el primer día del mandato por unos espacios de vertebración social con las condiciones óptimas y dignas que merecen los vecinos y vecinas de nuestros barrios y pueblos», ha afirmado Soriano.
En paralelo a estas actuaciones hay varias actividades planteadas para divulgar el conocimiento de los rosales, como por ejemplo un curso formativo para el personal del Organismo Autónomo Municipal de Parques y Jardines, cursos de iniciación para cuidar rosales, destinado a personas aficionadas, visitas organizadas para explicar las diversas clases de rosas plantadas o una exposición de rosales de excelencia. Además, se señalizará en el jardín Túria dónde está y como llegar a la rosaleda del tramo XII.