Las pequeñas acciones, suman. Y si todo y avanza en una misma dirección, “el cambio será irreversible”. El alcalde de València, Joan Ribó, la vicerrectora de sostenibilidad de la Universitat Politècnica de València (UPV), Débora Domingo, el responsable de Sostenibilidad de Consum, Elías Amor, y la impulsora de la Comunidad Energética Local (CEL) de Castellar-l’Oliveral, Empar Puchades, así lo han compartido esta mañana en el segundo Fòrum de Proximitat, un encuentro organizado por València Extra y À Punt, en colaboración con Las Naves, que ha analizado las claves para hacer de València una ciudad climáticamente neutra en 2030.
El desayuno informativo coincide con el Fòrum Urbà València 2030, un evento que se ha celebrado durante el mes de mayo a través de 20 actos por toda la capital del Túria y en el que han participado 55 ponentes. Este martes, la economista Mariana Mezzucato, artífice de la innovación por misiones, pondrá fin a esta cita que tiene como objetivo concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de contar con un futuro sostenible para las próximas generaciones, que solo podrá conseguirse con trabajo conjunto y decidido.
Precisamente esta cuestión es la que ha protagonizado el segundo Fòrum de Proximitat entre València Extra y À Punt, bajo el título ‘L’Estratègia de València per a ser una ciutat climàticament neutra en 2030’. “Las ciudades tenemos que dar ejemplo, porque somos las máximas responsables de más del 70% de las emisiones. Por ello, es una gran noticia que València sea una de las cien ciudades que la Comisión Europea ha seleccionado para ser climáticamente neutras antes de 2030, lo que nos ayudará a conseguir la descarbonización en 2050”, ha destacado el alcalde, Joan Ribó.
Para conseguirlo, el ayuntamiento ha puesto en marcha el programa Missions València, dentro de la Estrategia Urbana València 2030. En palabras del primer edil, “necesitamos actuar e implicar a todos y todas en este objetivo, que es duro, pero que nos ayudará a tener un mejor modelo de ciudad de futuro”.
Una ciudad de futuro
El debate, moderado por el director de València Extra, Álex Ladrón de Guevara, ha analizado, entre otras cuestiones, si conseguir la neutralidad climática en menos de ocho años es posible. “Estamos preparados, porque cuando hay ganas, se ponen recursos a disposición, y podemos decir bien alto que somos una de las 100 ciudades en el mundo capaces de hacerlo realidad”, ha explicado Débora Domingo, vicerrectora de Sostenibilidad de la Universitat Politècnica de València (UPV).
“Yo creo que sí que es posible. València tiene una base académica, política y social que nos da esperanza, pero también una geografía y condiciones climáticas que nos ofrecen una oportunidad extraordinaria. Es una ciudad pionera, con un modelo adaptado a las exigencias tan terribles y reales a las que nos aboca el cambio climático. Estamos sufriendo las consecuencias del consumo y producción del siglo pasado y si no somos capaces de dejar una vida sana a nuestra juventud, seremos juzgados duramente en el futuro”, ha apuntado Empar Puchades, impulsora de la CEL Castellar-l’Oliveral.
En cuanto a la fórmula, Elías Amor, director de sostenibilidad de Consum, ha sido claro: el trabajo en conjunto. “Tenemos un reto por delante difícil, pero lo que más me gusta de la Misión es el valor de trabajar juntos entre empresas, asociaciones, instituciones públicas… Solo así, podremos alcanzar objetivos comunes como este”, ha señalado.
Objetivo 2030
Joan Ribó ha señalado que esta selección de la Comisión Europea no es fruto de la casualidad y que son muchas las iniciativas que se han puesto en marcha desde el Ayuntamiento de València, a través de la Estrategia Urbana València 2030. En concreto, la rehabilitación de 700 viviendas en los barrios de Tres Forques y Campanar, la puesta en marcha de comunidades energéticas como la de Castellar-l’Oliveral, las mejoras en movilidad sostenible, la renaturalización de la ciudad, el impulso de la alimentación de proximidad desde los centros educativos o los mercados o la medición de la huella hídrica y de carbono que genera el turismo.
Pero no se trata de la única iniciativa que ha llevado a València a formar parte de la Misión. Tal y como ha señalado Domingo, la UPV tiene como reto ser la primera universidad descarbonizada. La vicerrectora ha destacado que la UPV es la única universidad española con certificación EMAS, lo que obliga a un estricto control de la gestión ambiental del centro.
“La consecutiva reducción de emisiones y concienciación nos llevó a querer seguir fomentando el cambio. Por ello, pusimos un plan estratégico en el que escuchamos a académicos y académicas y en el que contamos con la ayuda del Ayuntamiento de València”, ha explicado Domingo. “Somos una universidad muy implicada, con los mejores investigadores en hidrógeno verde, en energía fotovoltaica, en eficiencia energética de edificios… y eso hay que aprovecharlo. Tenemos que generar un paraguas en el que todos trabajemos en la misma dirección”.
Por su parte, Amor ha destacado algunas de las iniciativas de Consum, que tal y como ha recordado, está en todos los barrios de València como una de las principales superficies de alimentación para los vecinos y vecinas: “Desde Consum llevamos mucho tiempo trabajando en la senda de la descarbonización. Por ejemplo, contamos con tiendas eficientes, que implican el uso de energías renovables, el cierre de neveras, los cargadores de vehículos eléctricos para nuestros clientes y clientas”.
“Gracias a acciones como estas contamos con el certificado MITECO, con el que hemos disminuido un 84% la huella de carbono desde 2015. Y hemos aprobado un plan con el que nos comprometemos a que desde ya hasta 2032 todas nuestras tiendas tengan un consumo de energía 100% renovable”, ha continuado el responsable de sostenibilidad.
Puchades ha reiterado que, con ayuda e información, es posible contribuir al cambio desde cada hogar. “En plena pandemia, Las Naves nos ofreció la posiblidad de participar en talleres para investigar y compartir ideas entorno a esta cuestión y acabamos pensando qué podíamos hacer. Así surgió la idea de poner en marcha una Comunidad Energética Local (CEL) y el pueblo respondió muy bien. Nos constituimos como asociación el 28 de diciembre y a mitad de junio comenzará a funcionar, lo que nos permitirá que tres familias combatan la pobreza energética y se beneficien un total de 66 familias”, ha celebrado.
“Las pequeñas acciones, suman”
Débora Domigo ha señalado que cada vez son más las personas que se interesan por contribuir al cambio. “Las pequeñas acciones, suman”, ha valorado. Así, ha señalado que la universidad no solo cuenta con un equipo de profesorado implicado en el objetivo, “sino que es una gran suerte contar con el alumnado actual, que nos pide ir más allá”. “Los que tenemos hijos e hijas les hemos educado como hemos sabido en este tema, y sin duda podemos estar orgullosísimos de nuestros hjos, a quienes debemos dejarles el mejor futuro”, ha apuntado Puchades.
Una cuestión que también ha compartido Elías Amor, y que ha valorado como una motivación para seguir avanzando. “Está claro que la transición ecológica es muy compleja, pero tenemos un feedback de clientes y trabajadores muy importante que nos pide seguir ofreciendo actividades e información sobre sostenibilidad. Por eso debemos seguir trabajando unidos”, ha compartido.
“Yo creo que uno de los principales logros es ver cómo poco a poco las pequeñas acciones se van normalizando. Ya no es extraño ver cómo padres y madres llevan a sus pequeños al colegio en bicicleta o cómo las empresas impulsan campañas de sostenibilidad. Es un cambio de paradigma y la gente debe darse cuenta, porque estamos avanzando mucho y ahora vamos a hacerlo todavía más. El cambio es irreversible”, en palabras de Ribó.
El primer edil ha mostrado optimismo por el futuro de la capital del Túria: “Ser climáticamente neutros en 2030 nos va a traer muchos beneficios en cuanto a la calidad de vida. Tendremos viviendas más eficientes, atraeremos inversiones y crearemos nuevos puestos de trabajo. Las nuevas generaciones nos invitan al optimismo”.
El alcalde, junto al resto de participantes del Fòrum de Proximitat, ha puesto en valor la importancia de transmitir conocimiento para seguir avanzando a todos los niveles y conseguir el gran reto en 2030. Un objetivo en el que los medios de comunicación serán claves para visibilizar los beneficios de la sostenibilidad y para reivindicar las dificultades que continúa arrastrando el actual modelo de producción y consumo. La información de calidad, la transmisión de conocimiento y, sobre todo, las ganas de cambiar, deben ir de la mano para un 2030 más sostenible, han compartido Amor, Ribó, Puchades y Domingo.