Muy lejos queda ya la Valencia soñada por el anterior alcalde de la ciudad, Joan Ribó. Y es que el actual gobierno municipal, liderado por María José Catalá, ha transformado los principales proyectos urbanísticos de Valencia que verán la luz en los próximos años. Sin duda, uno de los más significativos ha sido el futuro bulevar García Lorca, que se proyectará en el sur de la ciudad tras el soterramiento de las vías ferroviarias, y que no ha estado exento de polémica. Y es que el paso de un modelo cien por cien verde a otro que incorporará tráfico rodado ha hecho que varias asociaciones vecinales se unan, bajo la plataforma ‘Volem Corredor Verd’, para intentar paralizarlo.
Pero, ¿cómo será el bulevar García Lorca de Valencia? Para empezar, contará con un 70 % de zona verde; se construirán unas 3.000 viviendas a ambos lados del bulevar; y se incorporarán viales de tráfico. A falta de concretar los detalles, todo apunta a que se crearán dos carriles por sentido de tráfico rodado: uno para autobús y otro para vehículos privados. Por último, se plantea un carril bici bidireccional y zonas verdes a los lados.
Este cambio, ha explicado el concejal de Urbanismo, Juan Giner, se debe a que “la eliminación total del tráfico rodado” prevista en el proyecto del anterior gobierno local “no permite la permeabilidad entre los diferentes barrios” de la zona. Así, ha garantizado que el actual modelo apuesta por contar con “una permeabilidad armónica y combinada” de tráfico rodado y también de tránsito tanto ciclista como peatonal.
Este es, sin duda, uno de los puntos más polémicos. Y es que el bulevar García Lorca se proyectó, al principio, como un corredor verde de 49.000 m², que cosía los barrios del sur y garantizaba el acceso a los vecinos, vehículos autorizados y transporte público mediante unos accesos en bucle utilizando la calle San Vicente y la carretera de Malilla, eliminando el tráfico rodado de la zona. No obstante, este proyecto se reformulará por uno que sí que contemple viales para la circulación de vehículos privados.
En este punto, el actual ejecutivo municipal señala en el acta que el proyecto anterior “elimina totalmente el acceso a San Vicente Mártir y no afronta buscar soluciones en el encuentro entre García Lorca con Giorgeta ni los accesos a los edificios en el bulevar". Asimismo, detalla que "se propone eliminar la conexión de la carretera CV400 con la ciudad de València, quedando la misma interrumpida a la altura de la autovía V-30". "Dado que se trata de una de las arterias principales de acceso a la ciudad, deberá tenerse en cuenta la viabilidad de esta propuesta ligada a cambios importantes en los patrones de movilidad actuales y de reducción del tráfico efectivo para poder planificar su eliminación", añade el documento.
Ante este cambio de escenario, la plataforma vecinal ‘Volem Corredor Verd’, conformada por distintas asociaciones vecinales y por la Federación de Asociaciones Vecinales de Valencia, ha iniciado una campaña de recogida firmas en change.org, que ya superan las 20.000 participaciones, para intentar frenar este nuevo modelo de bulevar.
La reurbanización de Pérez Galdós
Este es otro de los grandes proyectos urbanísticos de la ciudad de Valencia que cambiarán de tercio. Y es que se paraliza, por el momento, la eliminación del túnel de Pérez Galdós, una reivindicación histórica de los vecinos que tendrá que esperar.
El Ayuntamiento de València encargó al equipo ganador del concurso de ideas el proyecto definitivo, y este equipo decidió encargar a la Universidad Politécnica de València un informe preliminar sobre el estado estructural del paso inferior de Pérez Galdós, tal como ha subrayado el concejal de Urbanismo, Juan Giner. Dicho estudio señalaba que solo para conocer el estado real de una infraestructura de más de 50 años se necesita un informe detallado cuya redacción se extendería cerca de nueve meses. “Ello ponía en riesgo el dinero de Europa, por lo que el soterramiento del túnel se ha descartado en esta primera intervención y se abordará con tranquilidad, como sugiere el equipo redactor por plazos y coste”.
En este mismo informe, el equipo redactor propone, ante el desconocimiento de lo que se pueda desprender del análisis, y con el fin de dar una solución al cubrimiento del paso inferior, la alternativa de realizar una estructura independiente que no altere ni afecte a la actual. No obstante, el presupuesto de esta infraestructura, que como mínimo alcanzaría los 19 millones de euros, y el plazo de ejecución adicional calculado en 24 meses “lo hacen inviable e incompatible con los plazos para la finalización de las obras requeridos por la subvención europea”.
Cabe recordar que esta actuación tendría que estar finalizada en junio de 2025. No obstante, ya se ha pedido una prórroga de un año al Ministerio para “poder cumplir con Europa y para que los vecinos tengan aceras más amplias, más arbolado, carril bici segregado y no perder ni un euro de fondos europeos”.
La reforma de la plaza del Ayuntamiento
Cómo será la nueva plaza del Ayuntamiento de Valencia sigue siendo una incógnita. Tras el cambio de gobierno municipal, la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, decidió paralizar la adjudicación del contrato de redacción del proyecto al equipo ganador del concurso de ideas. ¿El motivo? Incorporar cambios que consideraban necesarios para dotar a la futura plaza del Ayuntamiento de un aire “más señorial” y dar más visibilidad a los edificios históricos de la plaza. Así, Catalá reconocía que la propuesta ‘Re-natura’ del equipo liderado por Miguel del Rey – ganadora del concurso de ideas – “es un buen punto de partida, pero tenemos otra idea de plaza”.
Cabe recordar que ‘Re-natura’ concebía la nueva plaza del Ayuntamiento de Valencia como un bosque urbano, renaturalizando el espacio y generando más zonas de sombra. Además, contemplaba la renovación de los puestos de flores y la instalación de baños públicos y fuentes para beber, y todo esto manteniendo la zona para plantar el monumento fallero y para disparar la mascletà.
En su momento, el Partido Popular ya mostró sus reticencias con algunos aspectos del proyecto, como por ejemplo, si el nuevo diseño con tanta vegetación podría ser un impedimento para el disparo de la mascletà; o en relación a la estatua de Francesc de Vinatea que se opusieron a su traslado de la plaza del Ayuntamiento.
Por eso, además de reformular el diseño inicial, el coste de la remodelación de la plaza del Ayuntamiento podría llegar a costar el triple de lo previsto. Así se lo trasladaron los técnicos municipales a la primera edil durante la reunión que mantuvieron, en septiembre, con los integrantes del Consejo Asesor de Urbanismo de la ciudad.
Desde el actual ejecutivo, presidido por Catalá y formado por PP y Vox, han señalado que este "no es el primer proyecto que dejó el anterior gobierno que tiene un coste infravalorado" y han citado "como ejemplo la reforma de la avenida Pérez Galdós". A este respecto, ha apuntado que Compromís y PSOE la "cifraron en 11,8 millones y que tras los informes técnicos realizados por el actual gobierno la obra superaría los 30 millones". En esta línea, han criticado "la anterior gestión en proyectos urbanos, basados en concursos de ideas y cartones plumas, que no contemplaban ni el presupuesto real ni los informes técnicos necesarios".