El compromiso del Ayuntamiento de València con la producción de energía renovable es innegable. Son muchos los proyectos que desde las distintas concejalías se están llevando a cabo y que tienen como fin último conseguir que València se convierta en una ciudad climáticamente neutra al final de la década. Un trabajo transversal encabezado por el área de Ecología Urbana, Emergencia Climática y Transición Energética.
El alcalde de la ciudad, Joan Ribó, comunicó hace pocos días para el periódico Valencia Plaza que técnicos del Ayuntamiento están estudiando la posibilidad de crear una compañía de energía dirigida y gestionada por el gobierno local, pero que contara a su vez con capital privado. Una fórmula mixta cuyo objetivo sería abaratar los costes de la electricidad, más elevados que nunca en parte por el conflicto entre Rusia y Ucrania, y también avanzar en la producción de energías renovables. Un modelo similar a los ya implantados en ciudades como Cádiz o Barcelona, aunque el de esta última es totalmente público.
Otro de los grandes proyectos que desde el consistorio se está planteando es el uso del hidrógeno verde como carburante en los autobuses urbanos. El hidrógeno verde no deja de ser el elemento químico que todos conocemos y que está presente en la mayoría de los procesos industriales, pero con la particularidad de que se fabrica a través de la electrólisis del agua, un proceso abastecido con energía renovable y que no genera ningún residuo. Desafortunadamente, los costes de producción son altos y su introducción en el día a día de la sociedad está siendo muy progresiva. Igualmente, el Ayuntamiento está estudiando diferentes medios para producir este tipo de hidrógeno limpio, como por ejemplo, a partir de los residuos orgánicos depositados a los contenedores marrones de basura.
Emergencia Climática y Transición Energética
Asimismo, desde la concejalía de Emergencia Climática y Transición Energética se trabaja de manera constante para lograr la descarbonización de la ciudad. Alejandro Ramón, que lidera esta regidoría, ha presentado una moción en el Pleno del Consell para mejorar las condiciones de las comunidades energéticas locales (CEL). Con esta propuesta, el concejal plantea un aumento de 100 kW a 5 MW la potencia nominal máxima de las instalaciones de producción renovable susceptibles de convertirse en CEL, aumentar de 500 a 5.000 metros el radio máximo de acción de las CEL o facilitar la incorporación o retirada de los miembros de la CEL, entre otras medidas.
Ramón también propició desde Emergencia Climática y Transición Energética la creación de la Oficina de la Energía, un espacio de asesoramiento gratuito a la población en cuestión de eficiencia energética en el hogar. En el contexto actual de subida de precios en la factura de la luz y la energía, este servicio ha experimentado una alta demanda imposible de atender, por lo que el próximo semestre está previsto la apertura de dos nuevas oficinas más, una en el Mercado de Torrefiel y otra en la zona del parque del Oeste, además de otra oficina ambulante.