València iniciará los trámites para que las Fiestas Populares de Patraix sean reconocidas por la Generalitat Valenciana como Fiesta de Interés Turístico Local. Así lo aprobaron, ayer, en el pleno municipal, por unanimidad, todos los grupos políticos. Una propuesta presentada por Ciudadanos que no solo recordaba que Patraix ha cumplido 150 años de su anexión a València como barrio, sino que incidía en que sus fiestas “son una celebración de gran tradición popular y con una implicación del vecindario difícilmente igualable”.
València Extra ha hablado con el presidente de la Asociación Vecinal de Patraix, Toni Pla, que se ha mostrado “orgulloso y muy satisfecho” con esta iniciativa, ya que supone “un reconocimiento al valor histórico y cultural del antiguo pueblo de Patraix, pero también al trabajo de todos los colectivos que desde hace más de 25 años estamos trabajando para hacer una programación cultural que dinamice la ciudad en una época en la que no hay mucha actividad festiva – además del 9 d’Octubre – pero también que favorezca el encuentro entre vecinos y vecinas”.
Como ha explicado la concejala de la formación naranja, Amparo Picó, las Fiestas Populares de Patraix cumplen con los requisitos estipulados en el Decreto 119/2006 de 28 de julio regulador de las declaraciones de fiestas, itinerarios, publicaciones y obras audiovisuales de interés turístico de la Comunidad Valenciana, porque, entre otras cosas, “esta celebración cuenta con una programación de actividades que engloba la fiesta, la cultura, la tradición, la idiosincrasia, la integración y la igualdad en un ambiente de barrio que las hace realmente singulares”.
La Asociación Vecinal de Patraix, en colaboración con diferentes entidades y colectivos del barrio, apostaron por recuperar unas fiestas que ya se celebraban en 1930: “todavía hay gente mayor en el barrio que se conocieron en esas verbenas”. Por este motivo, Pla ha señalado que “todas las iniciativas que vayan en el camino de poner en valor nuestras tradiciones son bienvenidas, sobre todo, porque creemos que es algo que tenemos que conservar”.
Pero Toni Pla también ha aprovechado la ocasión para reivindicar un mayor apoyo por parte de la administración pública para sacar adelante, año tras año, las Fiestas Populares. “Nosotros somos personas que voluntariamente hemos decidido mantener vivas nuestras raíces, pero nos gustaría que las Fiestas de Patraix fueran consideradas como fiestas populares de València, y que contribuyesen con la programación de algunas actividades para enriquecerlas todavía más”.
En este sentido, el presidente de la asociación vecinal ha destacado que “espera que se apruebe la declaración de las Fiestas de Patraix como Fiesta de Interés Turístico Local, y este reconocimiento suponga la puesta en marcha de acciones que contribuyan a reducir la carga que supone la realización de este tipo de festejos” porque, como ha añadido, “no son solo unas fiestas importantes para el barrio de Patraix, sino también para la ciudad de València y para muchos turistas que, en el mes de octubre, pasean por nuestro barrio y se encuentran con unas fiestas de convivencia vecinal”.
Patraix, antiguo pueblo valenciano con su propio ayuntamiento e, incluso, su propia cárcel, ubicada en el desaparecido Palacio de Barón de Patraix, decide, en 1870, gracias a la Ley Municipal, anexionarse a la ciudad de València, alegando escasez de recursos. Sin embargo, ha sabido mantener intacta, a lo largo de los años, su esencia. Y ya no solo por la conservación de la antigua estructura con edificios históricos y calles que rodean la plaza, sino por ese sentimiento de pertenencia al barrio que tanto le caracteriza.
Patraix se convertía en el primer pueblo, de los que rodeaban València, en anexionarse. El hecho de no recaudar impuestos; no disponer de un término municipal del que sacar provecho, ya que todas las tierras eran propiedad de los habitantes de la capital; y la situación de los vecinos del pueblo, que no contaban con propiedades, ya que todos eran arrendatarios o jornaleros fueron los motivos que produjeron que Patraix pasara a formar parte de los barrios de la ciudad. No obstante, sus raíces nunca han caído en el olvido e iniciativas de este tipo ayudan a seguir manteniendo vivo su espíritu.