Al lado de la estación de metro de Empalme, en las afueras de València, hay un pequeño edificio de color naranja; un centro de empoderamiento para mujeres víctimas de violencia de género. “La casita”, la llaman. Sin embargo ahora y hasta el 19 de marzo parte de su esencia se podrá ver en el barrio de Russafa. “En fallas siempre hacemos una visita cultural con ellas y los ‘nanos’ a ver fallas. Este año es distinto”, cuenta Norma, coordinadora de la Asociación Alanna.
La comisión Sevilla-Dénia, este año, planta una falla poco común. Es una falla con un mensaje “menos blanco”: “Raúl Martínez ‘Chuky’, nuestro artista fallero, nos propuso tratar el tema de la violencia de género. Al principio se recibió con un poco de escepticismo por la dificultad de plasmar un tema así, pero cogimos el guante”, cuenta Sergio, el Delegado de Comunicación de la falla.
'Ayudaremos a visibilizar el problema'
El artista fallero Chuky y el estudio que lleva su nombre se caracterizan, en parte, por su relación con fallas solidarias o con sentido de concienciación. “Vamos a mandar ese mensaje desde la calle y ayudaremos a visibilizar el problema”, recalca Sergio. El artista, cada vez que trata un tema social, procura “contactar con quien conoce el problema” para, así, asegurarse de que lo trata de manera adecuada. Es así como, tras decidir que la falla haría un trabajo de concienciación sobre el problema de la violencia de género, contacta con la asociación.
Alanna es una entidad que procura la “intervención integrada”, es decir, “trabajar la participación y recuperación respetando el tiempo de las mujeres”, detalla Norma. La asociación, distribuida en distintas áreas de actuación, procura acompañar, mediante su participación en talleres o programas, en la recuperación tras un caso de violencia -que no siempre tiene por qué ser física-. “Tenemos el área terapéutica, donde acabamos de retomar la musicoterapia. También el área jurídica y el área familiar”, señala la Coordinadora. Dentro de cada una de estas áreas -y en ocasiones fuera de ellos- se organizan multitud de talleres; aikido, yoga, pilates, costura creativa, visitas culturales, etcétera. Uno de estos talleres, incluso, se ha visto reflejado en la colaboración. “Tenemos un grupo de empoderamiento del Camino de Santiago, ‘Mi camino lo decido yo’. Esto está relacionado con el ninot expuesto en la Exposición del Ninot, con este mismo lema que eligieron ellas y significa mucho: que me estoy empoderando y voy a ir por donde decida, con la mochila cargada de cosas a desprender… Aunque cueste, no es fácil. Es un ejemplo de que las fallas pueden servir para mucho”, cuenta animada Norma.
La figura central de la falla es, también, aquella que más detalla el mensaje que Chuky, falleros y Alanna quieren transmitir. “Es el remate”, dice Sergio. Se trata de una mujer, medio enterrada en tierra, que lucha y se libera de las cadenas que la mantenían anclada al suelo. Esta mujer, además, tiene nombre: la figura se ha realizado a partir de un escaneado 3D de Rocío Gil, Fallera Major de València 2018. “Buscábamos una mujer que representara unos valores, con visibilidad… Le contamos el plan y enseguida aceptó”, asegura Chuky.
La idea del modelado 3D es algo que surgió en las Fiestas del año pasado. “Tratábamos el tema del ruido en Russafa, y pusimos la cabeza de nuestra Fallera Major gritando. Abajo, además, también estaba la cabeza del propio Chuky, de una periodista de fallas y del President de la falla”, cuenta Sergio. Chuky cuenta cómo esta tecnología le permite trasladar, con alta fidelidad, personas u objetos reales a las fallas.
La gran sintonía entre la falla Sevilla-Dènia y Alanna ha llevado a que también se traslade al llibret. Distintas mujeres usuarias de la asociación han escrito artículos y dibujado ilustraciones que ayuda a comprender el significado de la falla. De la relación surgida se organizó, por ejemplo, una cena solidaria en la que lo recaudado fue a la asociación y, de cara a marzo, planean un Punto Violeta.
'Una atención próxima con la que consigamos sacar una sonrisa'
A la Asociación, que ahora será aún más visible gracias a las fallas, llegan muchas mujeres por el “boca a boca”. “Muchas veces vienen derivadas de la Policía Nacional o la Policía especializada en violencia de género, centros de atención del Ayuntamiento, oficinas de atención a la víctima… Nos conocen muchas veces de planes de formación”, cuenta Norma. Como cuenta la coordinadora, el perfil de las mujeres es muy variado; desde aquellas que han derivado para que den “el paso”, hasta aquellas que lo acaban de dar o lo dieron hace mucho. “A veces vienen destrozadas. Ahora por ejemplo hay una mujer a la que, su marido de su país de origen, le exige un pago para casarse con él aquí y estar recluida en casa… Aquí vienen e intentamos atenderlas con todo el cariño del mundo. Yo no las conozco a la mitad, pero al día daré… Qué sé yo, ¿80 besos? Una atención cercana con la que, aunque hablemos de cosas dolorosas, les consigamos sacar una sonrisa”, detalla Norma.
Tanto Alanna, la Falla Sevilla Dénia como Chuky están impacientes por ver el resultado y ‘plantar’ el mensaje. Es un ejemplo de cómo la realidad y el contexto social de cada época se refleja en las fiestas. “Tenemos muchas ganas de ver la falla montada. No es una especial, ni la más cara de València ni la más visitada, pero va a ser una falla que impacte”, sentencia Sergio.