Han pasado siete años desde que el primer gobierno del Botànic, que estaba integrado por PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos, propusiera en el hemiciclo valenciano instaurar una tasa turística que debían abonar aquellas personas que pernoctaran en cualquier establecimiento hotelero de la Comunitat Valenciana.
Sin embargo, la propuesta de esta nueva tasa, —que ya se ha implantado en otra ciudades españolas como Barcelona— se quedó en el aire a la espera de debatirse en el parlamento. Finalmente, hoy jueves 24 de noviembre Les Corts ha dado luz verde a este tributo que tiene tanto partidarios como detractores.
¿En qué consiste la tasa turística?
El Impuesto Valenciano sobre Estancias Turísticas, o generalmente denominado como tasa turística, es un impuesto que se dirige especialmente a los establecimientos hoteleros. Es decir, serán sensibles de cobrarla a sus huéspedes los hoteles, hostales, las casas rurales, los campings, albergues turísticos o los apartamentos de uso turístico.
También los yates o embarcaciones que se alquilen con fines turísticos (y que hagan escala en el puerto de València) y aquellos espacios donde se permita el aparcamiento de autocaravanas o furgonetas para pasar la noche.
De este modo, las cifras que contempla el Ejecutivo valenciano para cobrar por cada día de estancia por esta tasa turística son las siguientes: 50 céntimos las pensiones y los cámpings, dos euros de los hoteles de lujo (aquellos que tengan cinco estrellas o sean de categoría cuatro superior).
Y, en el caso de los hoteles de tres y cuatro estrellas se abonará 1,5 euros; mientras que el resto de hoteles esta tarifa bajará al euro. En cuanto a las casas rurales y los cruceros, esta ascenderá a 1,5 euros. Aunque esta tasa, según ha informado el gobierno valenciano, será voluntaria i dependerá de cada municipio el cobrarla o no.
Así, se prevé que el dinero que ingrese este impuesto sobre los alojamientos turísticos se destine a inversiones en el mismo sector y a sufragar los gastos de las campañas de promoción, impulso o protección al turismo basado en la sostenibilidad. Sin embargo, debido al impacto negativo de la pandemia en el sector turístico esta tasa no se aplicará hasta, al menos, 2024 debido a la moratoria de un año que se ha dado al ámbito hotelero.
La visión de los grupos políticos
A pesar de las dudas del grupo socialista cuando se planteó esta tasa, el PSPV-PSOE ha decidido votar a favor; aunque, tal y como ha expresado su síndica, Ana Barceló, los ayuntamientos socialistas optarán por no aplicarla. Por su parte, Compromís y Unidas Podem han estado de acuerdo desde su llegada al debate parlamentario.
Frente al visto bueno de las formaciones que conforman el Botànic, la oposición rechaza la implantación de esta tasa. Así lo ha asegurado hoy en Les Corts María José Català, diputada y secretaria general del PP en la Comunitat, cuando se ha referido a esta como algo que no debería haberse planteado nunca, ya que, según explica, que no hay consenso en el sector.
Por su parte, los otros partidos que integran la oposición, también han mostrado su desacuerdo con esta tasa que se ha aprobado hoy. Ruth Merino (Ciudadanos) ha considerado que es una "puñalada trapera" al turismo y que nace de la "turismofobia" y Ana María Cerdán (Vox) ha aseverado que el impuesto tiene "afán recaudatorio".