Valencia

Gloria Tello: "El ciclo de cambra al Palau ha colgado prácticamente en todos los conciertos el "sold out"

La Presidenta del Palau de la Música y concejala de Cultura analiza las próximas aperturas de espacios culturales en la capital del Túria así como algunas de las propuestas más exitosas del Palau de la Música.

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Entrevista a Gloria Tello

¿Cuándo crees que verá la luz toda la programación que se hacía directamente en el Palau?

En este momento estamos en el periodo en el cual ya se ha adjudicado la empresa que tiene que hacer la obra, y estamos en ese momento en el cual está abierta la posibilidad que se reclame por parte de los que no han ganado. En unos días si no se lleva a cabo ninguna reclamación, puede ser en dos o tres semanas ya tengamos a los obreros por aquí trabajando. Es una muy buena señal. (La entrevista se realizó el pasado miércoles 2 de febrero, en estos momentos ya hay empresa adjudicataria de las obras de la reforma integral)

¿Cómo ha vivido el Palau de la Música estos dos años de pandemia?

 La pandemia ha supuesto un extra de esfuerzo. A mí me gustaría destacar que la plantilla del Palau de la Música merece que nos quitamos el sombrero, porque el hecho de no tener las salas ha comportado que, frente a nuestra decisión de seguir con la programación, el camino difícil de alguna manera, la gente tenía que asumir un trabajo extra bárbaro. Después de esto vino la pandemia, lo que comportaba unas normas de seguridad, unos protocolos y unas medidas especiales, y aquí sigue el Palau, que ha podido salir adelante a pesar de estos dos hándicaps.

Por mi parte me gustaría valorar el gran trabajo que se ha hecho, que creo que pocas veces se piensa en esto desde el punto de vista de la ciudadanía, pero la plantilla del Palau de la Música, para mí, ha hecho un trabajo excelente, dado que no solo ha tenido que adaptarse a la situación sanitaria, que ya solo esto ha comportado muchos esfuerzos de muchas clases, gastos económicos, pero también de energía para poder salir adelante los conciertos, que eran, para nosotros, lo más importante.

"El ciclo de cámara, por ejemplo, ha tenido una media de afluencia de más del 95%, prácticamente en todos los conciertos se ha hecho pleno absoluto, y esto demuestra que está funcionando esta manera de atraer a gente nueva."

Hablemos de ciclos: ‘Cambra al Palau’, ‘Rock, pop... al Palau’… Han sido muchos ciclos que se han consolidado entre el público y que han registrado en cada edición un aumento de la participación. Esto demuestra que la gente tiene ganas de cultura. ¿Cómo valoras estos ciclos en esta etapa?

Muy positivamente. Estos ciclos los creamos al principio de la legislatura pasada, porque queríamos de alguna manera atraer a nuevos públicos a nuestro Palau de la Música, a nuestra programación. El Palau tenía una imagen entre la ciudadanía de un espacio elitista, de un espacio que no programaba cosas para todo el mundo. Había mucha gente joven-adulta que no veía que aquí pudiera encontrar nada que le interesara, y nuestra obsesión era de alguna manera intentar abrir nuestras puertas para que la ciudadanía supiera y comprendiera que aquí ofrecemos cosas que le pueden interesar.

En este sentido, nuestra estrategia pasó para hacer diferentes ciclos, como el de ‘Rock, pop’, como el de cámara, como el de ‘Jazz a poqueta nit’, el de ‘Menut Palau’ para los niños, que no tenemos que olvidar que es importantísimo. Con estos ciclos, pues, pretendíamos que viniera gente nueva, gente fresca, que supieran que aquí teníamos cosas que les podían interesar y que vieran que ofrecemos cultura para todas y para todos, no solo para un sector muy reducido de la población. También buscábamos generar un hábito de consumo de música clásica, que no tiene que ser música para unas edades concretas, tiene que ser música para todo el mundo. La verdad es que estamos muy contentas y muy contentos, porque la gente ha respondido muy bien. El ciclo de cámara, por ejemplo, ha tenido una media de afluencia de más del 95%, prácticamente en todos los conciertos se ha hecho pleno absoluto, y esto demuestra que está funcionando esta manera de atraer a gente nueva.

En estos ciclos, además de la gente abonada, también tenemos mucha gente nueva, que normalmente no venía y ahora están acercándose, y esto es realmente lo que nos interesa.

Gloria Tello, Presidenta del Palau de la Música de València

¿Por qué crees que esta gente nueva se está acercando a estos ciclos?

Yo creo que son una suma de muchos factores. Por un lado, nosotros hemos hecho un esfuerzo comunicativo. Desde la imagen del cartel, donde hemos querido transmitir que son ciclos para gente más joven, para gente de todas las clases sociales. También han influido los precios de nuestras entradas, por ejemplo, ir a un concierto de cámara son 10 euros. Hoy en día, prácticamente ir al cine es casi más caro.

Por lo tanto, opino que esta suma de varios factores ha provocado esta afluencia de gente nueva, que les ha gustado y van repitiendo, lo cual pienso que es muy importante. También el hecho de que la ubicación de El Almudín, donde antes no hacíamos conciertos, es buenísima, y esto ha provocado que personas que pasan por allí, ven el cartel. Personas que normalmente no acuden ni al Palau de les Arts ni al Palau de la Música se hayan enterado de nuestra programación por la ubicación en que ahora se hace, hayan probado, los haya gustado y hayan repetido.

¿Piensas que El Almudín puede tener más vida ahora que en un futuro cuando el Palau vuelva al 100% de su actividad?

 La verdad es que es una cosa que hemos hablado alguna vez el alcalde y yo. La buena respuesta del público en El Almudín y el espacio maravilloso que es tendría que hacernos pensar que una vez las salas Iturbi y Rodrigo del Palau estén arregladas, especialmente Rodrigo que es la de música de cámara, no tendríamos que descartar continuar haciendo programación también en El Almudín, y de alguna manera generar sinergias y una descentralización que nos permite que gente que vaya a El Almudín, porque lo tiene más accesible, pueda después devolver al Palau.

Es una propuesta que tenemos presente, continuar con El Almudín todavía cuando la Sala Rodrigo esté acabada.

"Es muy bonito hacer un concierto de abono y ver a la gente adulta, pero es también precioso, por no decir más, hacer un concierto para niños y niñas y encontrarse la sala llena."

Me gustaría también dedicarle unos minutos a ‘Menut Palau’, una de las propuestas más entrañables porque se dedica al público más infantil, ¿cómo está siendo la respuesta ante este programa innovador?

La importancia de ‘Menut Palau’ radica en poder aproximarnos a la gente más joven, a los niños y a las niñas, y generar ese hábito de consumo de música clásica desde muy pequeños. Pienso que es importantísimo hacer esta didáctica, esta pedagogía para que después esa gente en el futuro sea consumidora habitual de música clásica. Para nosotros esta vertiente pedagógica era crucial, y bien es verdad que la gente está respondiendo muy bien, porque además son programas que se hacen, o bien para las escuelas, o bien para las familias, y son propuestas culturales interesantísimas, muy pedagógicas, y la gente las está cogiendo con mucho de interés y nosotros con muchas ganas de continuar ofreciendo ‘Menut Palau’. Es muy bonito hacer un concierto de abono y ver a la gente adulta, pero es también precioso, por no decir más, hacer un concierto para niños y niñas y encontrarse la sala llena.

¿Qué destacarías de las próximas propuestas que llegarán al Palau los próximos meses?

 Yo tengo predilección especial por Sokolov, que es un gran pianista, también por Yanes, que además es una persona entrañable. Esos dos conciertos para mí serán insustituibles, pero evidentemente no podemos olvidar los conciertos que son de la orquesta con nuestro nuevo director, todavía quedan bastantes esta temporada. La orquesta está en un momento muy especial, en esta temporada estamos viendo que están haciendo un trabajo buenísimo y con nuestro nuevo director también se está generando un clima muy bueno, y esto quieras que no repercute en aquello que ofrecen en los conciertos, se nota una motivación especial. Yo recomendaría a todo el mundo que viniera a escuchar cualquiera de los conciertos de la orquesta y si es con nuestro director titular mucho mejor.

Sobre la futura sede del Teatro Escalante, "el sector lo tuvo bastante claro, vieron que construir un edificio nuevo desde cero era lo que tardaba menos tiempo y lo que también de alguna manera permitía tener unas instalaciones de acuerdo con los tiempos que tenemos"

 Además de representar el Palau de la Música y de ser la coordinadora de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de València, también llevas en esta nueva legislatura dependencias culturales de la Diputación de València, en concreto en el Teatro Escalante. Ya se confirmó la directora del teatro, y faltaba la segunda pieza clave, ¿ya tenéis un lugar fijo para hacer las distintas obras?

Cuando asumí esta nueva competencia en 2019 me encontré una situación bastante dramática en el Teatro Escalante, porque es un proyecto único a nivel estatal, un proyecto que no puede de ninguna forma dejar de salir adelante, y cuando llegué, vi que no había ninguna persona que se hiciera cargo de la dirección artística y que no había sede, porque unos años antes había tenido que cerrar la que tenían por un problema estructural del edificio. El principio fue duro, era un proyecto complicado, pero también tiene su parte positiva y es que cuando descubres una cosa tan perjudicada con tantas vertientes, es muy bonito poder enderezar la situación.

Cómo tú dices, ya tenemos programadora, una persona que se podrá hacer cargo para siempre de la parte artística. Y la parte del espacio no deja de ser importante, porque aunque el Escalante, igual que el Palau no había parado nunca de ofrecer programación, sí que considero que es importante tener una casa propia y poder, de alguna manera, hacer cosas que a lo mejor si tienes que ir a otros espacios no puedes hacer.

Entonces lo que hicimos fue valorar con la ayuda del diputado de Patrimonio, que es quien más lleva las instalaciones y los edificios de la Diputación, tres opciones: una era arreglar la antigua sede del Escalante que no es una propiedad de la Diputación, por lo tanto, también había que adquirirla. Los trabajos que hacían falta eran bastante complejos porque el problema del antiguo Escalante era estructural y comportaba una inversión muy fuerte. De todas formas, esa opción la tuvimos en cuenta. También hablamos de construir un espacio nuevo, empezando de cero, que a veces es mucho más rápido. Y finalmente, pensamos en rehabilitar un pequeño teatro que tiene la Diputación en un espacio formativo, educativo, pero que también necesitaba su intervención.

Lo que hicimos fue convocar al sector. Queríamos que esta decisión fuera compartida y les ofrecimos las tres posibilidades, explicándoles, no solo el coste económico, que esto es una cosa que a ellos los interesaba menos, sino sobre todo los tiempos que requerían cada una de las tres opciones. El sector lo tuvo bastante claro, vieron que construir un edificio nuevo desde cero era lo que tardaba menos tiempo y lo que también de alguna manera permitía tener unas instalaciones de acuerdo con los tiempos que tenemos, es decir, cuando empiezas a hacer desde cero un edificio nuevo puedes valorar hacer cosas que de otra manera no se hubiera podido. Crear espacios paralelos a lo que es la misma sala de exhibición, que pueden dar mucho de juego. Por lo tanto, así lo decidió el sector.

Entonces, una vez tomada esta decisión se comunicó a Patrimonio de la Diputación que esto era lo que el sector y nosotros habíamos determinado, y ahora ya se están llevando a cabo los pliegos para poder licitar el proyecto arquitectónico. Hemos querido que el sector se pronunciara respecto sobre qué necesidades pensaba que se tenían que asumir en esa nueva obra, qué espacios, al margen de la sala, pensaban que teníamos que tener en cuenta, qué alturas tendría que tener el techo, y todas aquellas cuestiones más propias del mundo escénico. Y esto también nos parecía muy importante, que ellos pudieran comunicarnos sus preferencias y sus necesidades. Ahora hemos pasado todo este material al departamento que tiene que hacer el proceso de la construcción, y ya están preparando los pliegos.

La verdad es que estamos muy contentos porque es muy relevante tener un espacio propio, y el Escalante es un proyecto único, no puede perderse de ninguna de las maneras.

Casa dels Bous

Además del Escalante, València vivirá próximamente cinco nuevos espacios culturales: el futuro Museo del Mar, la Alquería de Albors, la Nave 3 de Ribes, Reino 121 y el chalé de Aben Al-Abbar.

Las obras del chalé no las llevo yo, pero me consta que están ya muy avanzadas. El resto sí que las llevo yo y también muchas de ellas están a punto de concluir. Esto fue una idea que inicié en la legislatura pasada, porque cuando llegué a asumir la gestión de Cultura quise de alguna manera saber qué podíamos hacer con un conocimiento teórico y académico. Entonces contratamos a la Universitat para que nos hiciera un poco una radiografía de la situación cultural de la ciudad y una de las cosas que nos dijeron que a mí más me sorprendió, y de hecho estuve muy de acuerdo, es que cualquier pueblo de ochocientos habitantes tiene una Casa de la Cultura a disposición de los vecinos o para hacer actividades culturales. En la ciudad de València no había ninguna.

Claro, esto era una deuda que había que resolver, además nosotros trabajamos mucho por lo que es la ciudad de barrios y nos gustaba descentralizar también todo lo que es cultura, acercarla a los vecinos y vecinas, y tener espacios que fueran para usos culturales tanto de proyectos que podamos crear nosotros desde la misma concejalía, como de proyectos que los propios vecinos creen o inventen y necesiten un espacio para hacer sus exposiciones, sus presentaciones, o lo que ellos quieran. Entonces vimos que era necesario abordarlo, además con mucha ilusión.

Vimos qué espacios tenía el Ayuntamiento, pendientes de rehabilitar todos, pero con cierto valor patrimonial, para que fueran centros culturales en un futuro y que estuvieran distribuidos por toda la ciudad y que pudieran ser espacios para los ciudadanos y ciudadanas, en los cuales desde el Ayuntamiento ofreceremos propuestas, pero también los vecinos y vecinas podrán llevar las suyas.

Estamos a punto de acabar prácticamente todos, alguno está un poco más atrasado, pero todos en marcha y en menos de un año estarán todos activos y preparados porque los ciudadanos puedan tener nuevas dotaciones. Está muy bien decir que queremos que València sea una ciudad de barrios, pero para que lo sea realmente necesita que los barrios tengan dotaciones propias. Porque si al final todo el mundo tiene que ir al centro para poder ver una obra de teatro, un concierto o cualquier actividad cultural, pues esto genera una dificultad de hacer vida en el barrio. Esto a nosotros nos parecía muy relevante y en ese camino estamos, a punto de finalizar ya todas las obras.

"La Lonja es el edificio protegido más importante de la ciudad, en el cual no se tuvo ningún miramiento de poner una placa"

Además de la Concejalía de Cultura, también llevas una concejalía muy importante que es la de Patrimonio, y hace unos días salió en los periódicos la polémica de la placa de Rita Barberá en la Lonja.  Me gustaría que nos contaste cómo es posible que estuviera una placa en un edificio protegido cómo es la Lonja de la Seda.

Pues es una pregunta que yo me hago cada día, porque realmente no ha aparecido el permiso. La Lonja es el edificio más importante de la ciudad de València. No solo es un edificio catalogado como bien de interés cultural, que es el máximo nivel de protección patrimonial, sino que además es patrimonio de la humanidad, así que más protección ya no se puede tener. Para poder actuar en un edificio de estas características, se necesitan permisos de la Conselleria, por ejemplo una instalación o cualquier otra intervención siempre tiene que estar supervisada y con su permiso pertinente. Es impensable que existiera un permiso que permitiera agujerear los muros protegidos de un edificio de estas características, y por eso no ha aparecido el permiso, básicamente porque no existe.

Realmente para mí es una barbaridad. También son formas diferentes de entender la política, nosotros no ponemos placas ni cortamos cintas para inaugurar nada, porque entendemos que el dinero que gestionamos no es nuestro, es de toda la ciudad. Evidentemente, las decisiones políticas las tomamos nosotros, pero con dinero de todas y de todos, y marcar territorio poniendo una placa con el nombre es una cosa que, ni siquiera en edificios que no son patrimoniales, no se tiene que hacer, de hecho nosotros no lo hacemos.

En este caso la gravedad era extrema, porque se trataba del edificio protegido más importante de la ciudad, en el cual no se tuvo ningún miramiento de poner este elemento impropio que es totalmente intolerable. Esta placa se deterioró, sufrió un acto vandálico y el Partido Popular me pidió que la restauramos. Yo tomé la decisión de que no podíamos, ya no por la intervención o el gasto económico de arreglar una placa, que eso al final no es dinero, sino porque es intolerable que un edificio protegido tenga una placa del alcalde o la alcaldesa que sea. Esta no es una buena manera de gestionar el dinero público y no es manera de cuidar el patrimonio.

Entonces tomé la decisión de retirarla, intentando minimizar los daños en esa pared como se pudiera, al final ha quedado bastante bien. Es una cuestión que ha tenido mucha polémica, pero yo estoy convencida de que esta decisión hará que en un futuro se replanteen estas acciones que están bastante pasadas de moda y que a nadie le interesan.

Gloria Tello, Presidenta del Palau de la Música de València durante la entrevista.

¿Cómo estaba la Lonja cuando asumiste la Concejalía de Patrimonio?

En 2015 cuando llegué la Lonja estaba en una situación bastante lamentable, por ejemplo no tenía un plan de prevención de incendios. Esto puede parecer una cuestión menor, pero no lo es porque, no solo está pensada para proteger el edificio, sino que además es una exigencia de la UNESCO. Cuando yo llegué hacía casi veinte años que la UNESCO había protegido el edificio, y, por lo tanto, hacía casi veinte años que había pedido que tuviera este plan de protección de incendios. Entre otras cosas, estaba todo de aquella manera. Entonces nosotros vimos, no solo la Lonja, también el resto de elementos patrimoniales de la ciudad, el Ayuntamiento tiene más de mil en toda la ciudad, el estado en el los encontramos y creamos el Plan de Protección del Patrimonio, que es un plan que pretendía revertir la situación de abandono que tenían todos los elementos patrimoniales distribuidos por la ciudad, y desde el año 2015 que lo pusimos en marcha, hemos intervenido en más de quinientos elementos y seguimos, no vemos todavía la luz al final del túnel, porque hay mucho que hacer, y ojalá hubiéramos encontrado una situación de menor abandono, pero como no fue el caso lo que teníamos que hacer era arreglar todo este patrimonio, que, al fin y al cabo, es lo que nos identifica como ciudad. Ya no solo es nuestra historia, es nuestra cultura y es la imagen que tiene la gente de fuera de nosotros como ciudad, y para nosotros tener el patrimonio muy cuidado, muy arreglado, es prioritario.

Así que así estamos, no paramos de intervenir en esculturas que han estado decapitadas más de siete años, en edificios, en nuevos accidentes que se producen y provocan algún daño en algún elemento patrimonial, y evidentemente en edificios como la Lonja, la Almoina, el Museo de la Ciudad, el Museo de Historia de València. Todos tenían muchas cosas que arreglar y en esto estamos inmersos.

También llevas una concejalía especial que es la de Bienestar Animal. Ya llevamos una legislatura entera con esa concejalía. ¿Cómo ves que ha avanzado la gestión? Ha salido una encuesta que dice que València es la cuarta ciudad de España más ‘pet friendly’. ¿Cuáles crees que serían puntos a favor y puntos a mejorar para que sea todavía más ‘pet friendly’?

Para mí la base de la tarea de nuestra concejalía es conseguir una concienciación ciudadana. Evidentemente, es un tema que no se puede lograr de un día para otro, pero es importantísimo que la gente se conciencie de que los animales son seres vivos y que merecen nuestro respeto, nuestro aprecio y nuestra sensibilidad.

Esto es una tarea lenta, pero que poco a poco va calando en la sociedad. Cuando llegamos al centro de animales abandonados había más de seiscientos animales, ahora tenemos ciento y poco, es decir, tenemos cifras que demuestran que la ciudadanía se va concienciando y esto es prioritario para que el resto de cosas funcionen. Hemos hecho muchas acciones, no solo campañas, sino, por ejemplo, la elaboración de un cómic dirigido a los niños para concienciar sobre los animales, todo lo relacionado con el Plan Colonial Felino; el control de la avifauna mediante mecanismos éticos que respetan la salud de los animales, no sacrificamos a ninguno; la construcción de un nuevo centro que estamos llevando a cabo, y muchas más acciones.

Es una concejalía que requiere esto, estar cada día, continuamente recordando y ya se nota la respuesta de la gente: menos abandonos, más adopciones, que también es un aspecto relevante, puesto que nosotros entendemos que si queremos que un animal forme parte de nuestra familia no hay que comprarlo cuando hay tantos que han sido abandonados y están pendientes de encontrar alguien que los quiera. Por lo tanto, yo continuaria siendo regidora de Bienestar Animal toda la vida si pudiera.

¿Qué crees que tiene que mejorar la ciudad de València para que sea más ‘pet friendly’?

 Hace falta que el mensaje que comentaba antes cale todavía más, desde el punto de vista que también las empresas privadas lo entiendan. Aunque en este campo se ha avanzado muchísimo, porque hoy en día se puede ir con tu perro a un banco o a El Corte Inglés. Sí que es cierto que hay normativas sanitarias que impiden el acceso de animales a espacios donde haya comida fresca, esto es evidente y tiene que ser así, pero hay muchos comercios y muchos espacios que no tienen alimento fresco al aire y que a mí me gustaría que empezaran a pensar que pueden dejar acceder a los clientes si van con un animal. También pasa con los hoteles, donde hace falta que también se haga esta reflexión. Yo, por ejemplo, ahora mismo tengo un gato, y yo sin él no me voy de vacaciones. Por lo tanto, de alguna manera, para los empresarios que ofrecen aposentos a los turistas o a quién sea, es crucial que se den cuenta de que ya somos muchas personas que si no nos dejan ir con nuestras mascotas por supuesto no vamos a ir. En esta línea continuamos insistiendo para que la ciudad sea más referente todavía.

Además, ya por ley son seres que sienten y que, por lo tanto, se les tiene que considerar también seres vivos que comparten la vida con nosotros.

 Correcto, como dice el alcalde, hay más familias en la ciudad de València con mascota que con niños (ríe).

Ya para acabar, Gloria, tienes muchas competencias en el Ayuntamiento de València y en la Diputación, no sé si tienes tiempo libre. (ríen)

 No (río), vida privada no tengo. Lo que pasa es que como yo gestiono Cultura, además de Bienestar Animal, pero principalmente Cultura, esta concejalía tiene unos horarios que no son los horarios típicos de de 8 a 15. Yo trabajo todos los fines de semana, todas las tardes, muchas noches y bien es verdad que a mí me gusta porque es la competencia que yo elegí gestionar, entonces el tema me encanta, no podría ser más feliz gestionando otra cosa en el Ayuntamiento o en la Diputación, pero por el contrario los horarios no existen, y, por lo tanto, vida propia no queda mucha. Mis padres a veces me dicen, “como no vengas a vernos estamos pensando en desheredarte” (ríen). Lo comprendo, lo comprendo, porque ni para eso tengo tiempo.

Pero la verdad es que estoy feliz porque fui yo en 2015 quién pidió Cultura y Bienestar Animal, no existía, pero pedí crearla y tuve la suerte de gestionar lo que yo quería y, sinceramente, no me cambiaría por nadie. Me gratifican muchísimo estas competencias.