València sigue avanzando en su transformación hacia un modelo de ciudad verde y sostenible. De hecho, un euro de cada cinco del presupuesto municipal para 2020 se destinará a políticas de protección del planeta. El alcalde de València, Joan Ribó, ya anunciaba “el compromiso firme del gobierno municipal con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles”, al adecuar las políticas al cumplimiento de los mismos. Y es que València destinará, este año, más de 350 millones de euros a la creación de zonas verdes y espacios públicos seguros y accesibles; a proporcionar sistemas de transporte seguros y sostenibles; o al aumento de la urbanización inclusiva y sostenible, entre otras acciones.
Sin duda, un modelo de ciudad que también cuenta con el apoyo ciudadano. Así, tal y como ha quedado reflejado en los presupuestos participativos de Decidim, una de las propuestas más votadas ha sido la iniciativa municipal de apostar por la producción de energías renovables en el entorno urbano, mediante la instalación de árboles fotovoltaicos, árboles de viento y pavimentos de recuperación de la energía procedente de las pisadas, que ya funcionan en diferentes espacios públicos europeos. Una propuesta innovadora con la que València se situará como un referente en transición energética, aprovechando las energías naturales para abastecer de electricidad a otros equipamientos municipales o para la creación de nuevos puntos de recarga eléctrica.
Pero la apuesta por la energía renovable sigue adelante, y el concejal de Emergencia Climática y Transición Energética, Alejandro Ramón, también ha confirmado que trabajará para acelerar la instalación de más placas solares de autoconsumo, tanto público como particular, para duplicar, en un año, la cantidad de energía que se genera actualmente. Además, también ha puesto encima de la mesa la posibilidad de abrir nuevas Oficinas de la Energía, tras la buena acogida que está teniendo.
A estas iniciativas también se suman las propuestas por el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, que trasladó, a la secretaria autonómica de Política Territorial, Urbanismo y Paisaje, Inmaculada Orozco, desarrollar, conjuntamente, el proyecto de litoral verde para frenar el cambio climático, al tiempo que se fortalece el modelo verde de la ciudad. Y es que si València ya cuenta con grandes pulmones verdes, como el Parque Central, también está a la espera de estrenar el Parque de Desembocadura, que otorgará al barrio de Nazaret una amplia zona verde con salida natural al mar.
Asimismo, Campillo nombró diversas acciones previstas para la ciudad, y enmarcadas dentro del Plan Verde de València, entre las que se incluía la renaturalización del paseo de la Malvarrosa; la puesta en valor de la huerta de La Punta y caminos agrícolas; la adecuación medioambiental con uso público del nuevo cauce del río Turia; y la integración paisajística de la Albufera desde la mejora de la conectividad, transversalidad y accesibilidad a los poblados del Sur.
Y es que retrasar la subida de temperaturas en la ciudad para evitar la llamada ‘isla de calor’ es vital para la lucha contra el cambio climático. Una lucha en la que ya trabaja el Gobierno del Rialto con iniciativas como la replantación de árboles en la ciudad y la creación de nuevas zonas verdes, o la apuesta firme por políticas de movilidad y transformación de la ciudad para crear una València más peatonal y saludable que, además, reduzca los gases contaminantes.