El Ayuntamiento de València ha decidido inadmitir a trámite el PAI de Benimaclet, promovido por Metrovacesa, tal y como estaba diseñado para "alinearlo con los objetivos de la agenda 2030 y conseguir que Benimaclet se convierta en un barrio de 15 minutos, sin grandes torres y con dotaciones públicas que puedan disfrutar todos los vecinos y vecinas", ha explicado la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez.
Para ello, se introducirán cambios significativos como la reducción de alturas en las edificaciones; la reducción de viviendas libres, pasando de las 1.400 previstas a unas 1.000, pero sin perder las destinadas a vivienda pública – se prevé un total de 351 –; así como el aumento del terciario para oficinas "de alto valor añadido que puedan generar empleo y oportunidades laborales". Así, el consistorio propone la disminución del espacio privado de las urbanizaciones que se contemplan, lo que permitiría ganar suelo.
Asimismo, la nueva propuesta prevé ampliar las zonas verdes y conseguir una mayor integración con la huerta con la creación de "un gran parque público central, de la misma manera que ya existe en otros barrios de la ciudad como Benicalap, Marxalenes o el de la Rambleta", al tiempo que se solicita que se realicen estudios paisajísticos para integrar la Ronda Norte que "constituye una auténtica barrera que imposibilita la recuperación de la conexión de la ciudad con la huerta periurbana".
En definitiva, se trata de una nueva propuesta que modifica un PAI que ha sido muy criticado por las diferentes plataformas vecinales del barrio entre las que se encuentra Cuidem Benimaclet. València Extra ha hablado con este movimiento vecinal, que ha valorado esta decisión como "una muestra de que sí que se podía mejorar el PAI. No obstante, desde Cuidem Benimaclet seguimos reivindicando lo mismo: la desclasificación del suelo".
En este sentido, desde Cuidem Benimaclet explican que "no podrán haber cambios sustanciales si el PAI se sigue llevando a cabo con Metrovacesa que solo busca la especulación con el terreno", y afirman que "no existe una necesidad en el barrio de crear nuevas viviendas". En este sentido, apuntan que están a favor de la creación de más dotaciones públicas, "pero al final eso depende del Ayuntamiento de València, no las va a crear Metrovacesa".
Por este motivo, insisten en que seguirán reivindicando e informando a la ciudadanía de lo que supondrá el PAI para el barrio: "Lo que no queremos es que se mantenga la edificabilidad en esta zona".
Una petición que choca con la propuesta que ha presentado Gómez, ya que, aunque disminuye las alturas, sigue manteniéndose la edificación de viviendas. En este sentido, como ha señalado la vicealcaldesa, "las mayores alturas se concentrarán en los extremos con las avenidas Alfahuir y Cataluña, haciendo que el resto de la edificación deba adecuar sus alturas a las del entorno, reduciéndose las mismas conforme se acercan a la huerta para lograr una transición amable".
De esta manera, se mantendrán tanto los derechos de edificabilidad de los propietarios y promotores, como los parámetros urbanísticos, lo que evitará que el Ayuntamiento tenga que pagar una indemnización a Metrovacesa por el incumplimiento del plan.