La Junta de Gobierno Local aprobará este viernes la ampliación del periodo voluntario de pago de los tributos municipales. Así, se prorroga hasta el 11 de julio el abono del IBI o la tasa de tablas y sillas, cuando el calendario ordinario marcaba el 30 de abril como fecha tope.
Además, se retrasa hasta el 29 de abril el cobro de los recibos domiciliados y fraccionados en plazos. El objetivo, según ha explicado el regidor de Hacienda, Borja Sanjuán, es "dar flexibilidad a aquellas empresas o familias que en la primera parte del año todavía han sufrido algún tipo de consecuencia económica por la pandemia".
"Volveremos a otorgar otra vez facilitados de pago a los vecinos y vecinas, pequeñas y medianas empresas de la ciudad de València, porque puedan retrasar el pago de los impuestos, ampliando el periodo voluntario de pago", ha informado Sanjuán.
La finalidad es "adaptarlo mejor a esta realidad de salida y de crecimiento de recuperación económica que estamos viviendo en la ciudad", ha añadido el regidor.
El titular de Hacienda ha recordado que "al inicio de la pandemia el Ayuntamiento mantuvo una actitud flexible para adaptarla a la situación socioeconómica del momento", a través de medidas como por ejemplo la suspensión de tasas o facilidades relacionadas con el pago de tributos. "Afortunadamente", ha manifestado el regidor, "la situación es diferente de la del 2021 y 2020, cómo avalan los datos de paro a la ciudad: 17.000 personas desocupadas menos que cuando cambió el gobierno municipal", el 2015.
Sin embargo, ha señalado el edil, existen "sectores y actividades con dificultades específicas", que "este primer mes del año han vivido complicaciones por el aumento de casos por la nueva variante" de la covid-19. De aquí, ha remarcado Borja Sanjuán, la decisión del consistorio de modificar el calendario tributario del 2022 para retrasar el pago de impuestos.