El Ayuntamiento de València, a través de la delegación del Ciclo Integral del Agua junto con Acciona, han elaborado un documental divulgativo sobre los trabajos desarrollados en el Colector Norte para «extraer 6.050 toneladas de residuos que estaba dificultando el funcionamiento de esta infraestructura indispensable para mantener las condiciones higiénicas necesarias en la ciudad», según ha explicado el concejal en funciones.
Mañana, 12 de junio, tendrá lugar la presentación de este documental, en el Centro de Operaciones de Saneamiento a las 19.00 horas, que coincide con la finalización de las labores de limpieza del colector que se iniciaron en 2017 y que ha tenido un coste de 10 millones de euros. El concejal de Ciclo Integral del Agua en funciones, Vicent Sarrià, ha resaltado «la necesidad de mantener en buen estado la red de saneamiento de la ciudad para evitar daños medioambientales y adecuarse a las exigencias actuales sobre esta materia».
Para ello, ha recordado que desde el Ciclo Integral del Agua se ha redactado el Plan de Inversiones de Saneamiento. Ha precisado que el objetivo es «cubrir las necesidades más urgentes en esta materia» a través de un mantenimiento cuya «financiación supera los 165 millones de euros y se plantea con un préstamo del 50% a contratar con el Banco Europeo de Inversiones y una ejecución distribuida en tres periodos, con inversiones superiores a los 50 millones de euros por quinquenio».
Asimismo, Vicent Sarrià ha informado que desde la Concejalía del Ciclo Integral de Agua se ha impulsado la elaboración de la Norma Española UNE 149002 sobre criterios de aceptación de productos desechables vía inodoro. Esta norma elaborada, junto con la Asociación Española de Normalización (UNE) con el respaldo de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), es «pionera en la materia a escala mundial, y podría ser tenida en cuenta con la aplicación de la directiva del Parlamento Europeo que prohíbe el uso y comercialización de plásticos de un solo uso a partir de 2021», ha precisado.
Según ha indicado, «no es de por sí de obligado cumplimiento, salvo que se recoja en otra norma que sí lo sea, pero establece unos criterios claros y objetivos que facilitan la aplicación, por ejemplo, de la Ordenanza Municipal de Valencia». Además, ha concretado que determina «los ensayos que deberán superar las toallitas para poder ser consideradas desechables vía inodoro según la norma así como el marcado que deberán tener los envases».
En concreto y, de forma resumida, se plantean cuatro ensayos: en primer lugar de composición, que excluirá aquellas que contengan materiales sintéticos como plásticos; en segundo, de sedimentación, en cuanto que precisa una cierta velocidad mínima a la que el producto debe ir al fondo y no reflotar. También de dispersión, para establecer una desintegración en pequeños fragmentos tras inmersión y agitación en agua y, finalmente, de biodegradación ya que está orientada especialmente al comportamiento en plantas depuradoras, de forma que tanto en entorno aerobios como anaerobios, los fangos activos correspondientes sean capaces de digerirlas.