Año 2012. España afronta un recorte, sin precedentes, de 10.000 millones de euros en la inversión estatal en Educación. Unos recortes presupuestarios que se traducen en reducciones en la plantilla docente, suspensión de programas de apoyo escolar o el aumento de las tasas universitarias. En la Comunidad Valenciana, la Generalitat aprobó un tijeretazo por valor de 27 de millones de euros en el sector educativo.
De este modo, e inmersos en un contexto social donde la educación fue uno de los ámbitos más afectados por la crisis económica iniciada en 2008, el alumnado del IES Lluís Vives de València se concentraba cada día al acabar las clases cortando el tráfico durante diez minutos de la céntrica calle Xàtiva para mostrar su contrariedad a la reducción de inversiones educativas.
Pero, aquel miércoles 15 de febrero de 2012 la Policía Nacional detuvo a un menor de 17 años que secundaba la protesta acusándolo de, tal y como afirmaron fuentes policiales, “golpear, dar zapatazos y morder” a un agente.
Como consecuencia, se desencadenaron una serie de reacciones en rechazo a esta detención por parte del profesorado del centro, y padres y madres de alumnos que, al día siguiente, y coincidiendo con una protesta estudiantil programada, causó el primer choque entre manifestantes y Policía Nacional que se saldó con un total de diez detenidos.
Las imágenes de las cargas policiales contra el estudiantado prendieron la mecha de unas nuevas concentraciones protagonizadas por entidades estudiantiles, que contaban con el apoyo de los partidos políticos en la oposición e incluso de organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional y Save the Children. Había empezado lo que después se acuñaría en las redes sociales como “La Primavera Valenciana”.
El instituto Lluís Vives se convirtió en el epicentro y símbolo en la ciudad de València de las protestas contra los recortes en Educación y el 17 de febrero se vivió otra jornada de manifestaciones, nuevas detenciones y enfrentamientos entre participantes en las concentraciones y la policía. En total, las marchas, que ya habían traspasado el ámbito estudiantil y lograron el favor de la ciudadanía valenciana, se saldaron con 45 detenidos, al menos 30 heridos y se interpusieron más de 240 sanciones graves.
Un fenómeno mundial difundido a través de Internet
El día clave de “La Primavera Valenciana” se vivió el lunes 20 de febrero cuando las imágenes de los estudiantes en las calles pidiendo más financiación en Educación y las actuaciones policiales de represión de estas concentraciones dieron la vuelta al mundo. Cientos de fotos y vídeos se difundieron rápidamente a través de los medios de comunicación y las redes sociales y la etiqueta #primaveravalenciana logró ser trending topic en Twitter.
Medios de la esfera nacional e internacional publicaron artículos analizando el germen de estas protestas que estaban teniendo lugar en la Comunidad Valenciana. Un territorio al que las principales cabeceras extranjeras calificaban como la región “más endeudada de España”.
Lo que había empezado como unas concentraciones diarias a las puertas del Lluís Vives se había tornado en un fenómeno mediático a nivel mundial que forzó la intervención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien advirtió públicamente que nuestro país no podía identificarse con la imagen de los actos de protesta.
Las marchas ‘antirecortes’ se sucedieron con el apoyo de partidos de izquierda y decenas de organizaciones cívicas en la que los estudiantes portaban libros como únicas armas. Y, de esta manera, València se convirtió en impulsora de actos reivindicativos por las mejoras educativas en todo el país.
Unos actos que fueron los precursores de la convocatoria de una huelga educativa general en mayo de 2012. Este paro generalizado se extendió a todos los niveles, desde la enseñanza infantil hasta la universitaria, en defensa de la educación pública.
Finalmente, y tras años de sucesivas rebajas en el presupuesto destinado a la educación, no fue hasta el año 2018 cuando el Congreso de los Diputados aprobó un proyecto de ley que revertía los recortes educativos implantados por la administración de Rajoy en 2012.
La exposición de homenaje a la “Primavera valenciana” aterriza en València
Diez años después de la “Primavera Valenciana”, la ciudad del cap i casal ha querido rendir homenaje a los acontecimientos que sucedieron en 2012 con una muestra fotográfica. En ella, se exponen las imágenes que tomaron numerosos fotoperiodistas durante las jornadas de manifestaciones.
Así, el profesor de Historia Moderna y Contemporánea de la Universitat de València, Jorge Ramos Tolosa, es el comisario de esta exposición que se podrá visitar hasta el próximo 27 de febrero y está ubicada en la avenida del Marqués de Sotelo.
Glòria Tello, concejala de Cultura del Ayuntamiento de València, ha presidido la apertura de la muestra cuyo motivo principal es “analizar y evocar el movimiento de protesta vivido en febrero de 2012 a raíz de los recortes en educación y en pro de una enseñanza digna”, ha explicado.
“A lo largo de aquellos días de febrero, el compromiso, la empatía y la solidaridad de cada vez más gente fueron sumándose al ímpetu inicial y llenaron muchas calles de València. La “Primavera Valenciana” puso nuestra ciudad en el centro mediático del mundo”, ha recordado la concejala.