La Asamblea General de la ONU, en 2023, declaró el 26 de noviembre como el Día Mundial del Transporte Sostenible, reconociendo la importante función que desempeñan los sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos en el apoyo al crecimiento económico sostenible, la mejora del bienestar social de las personas y el fomento de la cooperación internacional y del comercio entre los países. Así, uno de los principales objetivos es trabajar en la descarbonización de las ciudades y fomentar el uso del transporte público.
Valencia se convirtió, hace ya unos años, en un referente a nivel europeo por la apuesta decidida que llevó a cabo con la implantación del anillo ciclista. Una infraestructura que, a día de hoy, continúa creciendo. De hecho, el último tramo que se ha habilitado es el correspondiente a la avenida del Cid, entre la avenida Tres Cruces y el fin del término municipal.
Se trata de 1.100 metros de infraestructura ciclista que une los barrios de la Luz y la Fontsanta con el resto de la zona oeste (Nou Moles, Tres Forques y Patraix) y con el centro de la ciudad; y, por otra parte, conecta el oeste de Valencia con municipios cercanos como Xirivella, Alaquàs o Aldaia con el fin de favorecer el uso de este medio de transporte con unas adecuadas condiciones de accesibilidad y seguridad, y facilitar la movilidad de pueblos afectados por la DANA.
Y en este punto, cabe recordar que desde el área de Movilidad del Ayuntamiento de Valencia ya se informó que, tras la auditoría de seguridad vial que tenía como objetivo identificar las deficiencias en las infraestructuras, se había decidido instalar semáforos para ciclistas, en aquellos puntos en los que el carril trascurre por delante o por detrás de las paradas de autobús, que se activen cuando el autobús esté detenido en la parada o se esté acercando garantizando, así, mayor seguridad en la subida y bajada de usuarios al transporte público de la ciudad.
Por supuesto, el avance en la descarbonización no se entiende sin el papel que juega el transporte público de la ciudad. En este sentido, EMT Valencia continúa avanzando en la renovación de la flota con la compra de autobuses eléctricos o híbridos. De hecho, el Ayuntamiento de Valencia ha aprobado un plan de 172 millones de euros, hasta 2028, para la compra de 215 nuevos autobuses y la renovación de las infraestructuras de la compañía.
Las incorporaciones se realizarán de la siguiente manera. En 2025, se adquirirán otros 41 autobuses, 45 en 2026, 39 en 2027 y 33 en 2028. Del total de los 215 nuevos autobuses, 145 serán estándar y eléctricos, 66 articulados e híbridos y 4 minibuses. Prácticamente el total de la flota será limpia en 2028 y EMT pasará de los 497 vehículos actuales a 527.
Asimismo, en los próximos cuatro años, el Plan de Inversiones contempla 23’4 millones de euros en la adecuación de las instalaciones de la Empresa Municipal de Transportes para poder incrementar el número de puestos de recarga eléctrica de los autobuses, así como la potencia eléctrica y las plazas de aparcamiento disponibles.
Por último, explicaba el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Valencia, Jesús Carbonell, en solo un año de gestión,“el Ayuntamiento ha ejecutado un 31% más de carriles bus que la antigua corporación en ocho años, para la mejora del servicio de transporte público, concretamente 7,68 km de carriles bus frente a los 5,85 de los últimos dos mandatos”.
De hecho, la semana pasada entraba en funcionamiento el carril exclusivo para transporte público en la calle San Vicente – entre la calle José Soto Micó y la estación Joaquín Sorolla –. Tal y como recordaba el concejal, la señalización de estos 3,3 kilómetros “se suma a los 7,7 kilómetros de carril reservado que el servicio de Movilidad ha implantado en toda la ciudad desde 2023. En total en Valencia ya hay casi 70 kilómetros de carril exclusivo para el transporte público”.
Primer ciclobarrio de Valencia
Por último, cabe destacar la puesta en marcha, el pasado mes de septiembre, del primer ciclobarrio de Valencia con limitación de 20 km/h en el barrio de Ruzafa. En este ciclobarrio tienen prioridad de circulación tanto las bicicletas, como cualquier otro vehículo de movilidad personal. Es importante destacar que en ningún caso impide la circulación de los vehículos motorizados por el interior del barrio, pero tienen que circular a la limitación establecida: 20 km/h.
Además, para evitar la circulación de vehículos por el interior del barrio para buscar aparcamiento, el Ayuntamiento de Valencia ha habilitado una nueva zona azul con 20 plazas de aparcamiento en la calle Filipinas – entre Literato Azorín y Buenos Aires en dirección Gibraltar – liberando plazas de aparcamiento en el interior del barrio para los vecinos.
El objetivo final es estudiar cómo funciona este nuevo modelo de barrio para, en un futuro, poder replicarlo en otras zonas de la ciudad con características similares.