El mercado del alquiler en Valencia sigue encareciéndose y marcando máximos históricos, empujado por una demanda elevada y una oferta residencial muy limitada. El precio mínimo del alquiler en la capital del Túria ha seguido una fuerte tendencia alcista, evidenciando una transformación acelerada del sector inmobiliario urbano y metropolitano. En este escenario de alta competencia por la vivienda, los precios mínimos superan ya los 11 euros por metro cuadrado (€/m²) en la mayoría de distritos.
Subidas más moderadas en el centro, máximos históricos en la periferia
Según los datos de Engel & Völkers, una de las firmas inmobiliarias más activas en la ciudad, durante 2024 el precio medio del alquiler en Valencia capital ha alcanzado los 17 €/m², manteniendo una línea ascendente respecto a ejercicios anteriores. Sin embargo, lo más llamativo se encuentra en los municipios del área metropolitana, donde el precio ha llegado a los 13 €/m², con una subida que roza el 20% interanual.
Esta dinámica pone de relieve que, mientras en los barrios céntricos la escalada de precios se modera ligeramente, en las zonas periféricas la presión sobre el alquiler crece con mayor intensidad. El fenómeno responde a una expulsión progresiva de la demanda hacia áreas menos tensionadas, aunque cada vez más caras debido a su proximidad y buenas conexiones con el núcleo urbano.
El índice internacional de alquileres de Housing Anywhere sitúa el precio medio de un apartamento en Valencia en 1.395 euros mensuales, un 0,4% menos que el año anterior. No obstante, los precios de estudios (900 €) y habitaciones (400 €) han subido un 12,6% y 6,7%, respectivamente. Esto refleja una mayor competencia por las tipologías más pequeñas, donde el acceso es más viable para estudiantes, jóvenes profesionales o nuevos residentes.
Precios mínimos y máximos: un mercado cada vez más dispar
Uno de los datos más reveladores del informe es el protagonismo de Rascanya, un distrito tradicionalmente asequible que en 2024 ha registrado un espectacular incremento del 76,92%, con un precio medio de 23 €/m² y máximos que alcanzan los 40 €/m². Esta revalorización lo coloca por encima de barrios históricamente cotizados, como L’Eixample o Ciutat Vella.
Pero no es un caso aislado: Algirós (18 €/m²) ha subido un 28,57%, Camins al Grau ha subido un 20%, y Benicalap un 18,18%, configurando un mapa de subidas generalizadas en la mayoría de los 17 distritos que conforman la ciudad de Valencia. Solo Extramurs, con una bajada del 10%, ha roto esta tendencia. No obstante, su precio medio se mantiene en 18 €/m², lo que indica que incluso las caídas están dentro de los rangos altos de precios.
El análisis por distritos muestra una elevada disparidad entre los precios mínimos y máximos. Mientras que zonas como Jesús ofrecen alquileres desde 5 €/m², y Poblats del Sud desde 8 €/m², otras como Poblats Marítims alcanzan picos de 52 €/m², consolidando una estructura de precios polarizada.

A nivel mensual, Engel & Völkers estima que los alquileres en Valencia capital oscilan entre 1.153 y 2.033 euros, dependiendo de factores como la zona, los metros cuadrados, la orientación o si cuenta con terraza, garaje o mobiliario de diseño.
Las viviendas más demandadas siguen siendo los pisos de entre 70 y 143 m², con 2 o 3 habitaciones, especialmente entre parejas jóvenes, familias pequeñas o trabajadores desplazados, tanto nacionales como internacionales.
¿Por qué sube tanto el alquiler en Valencia?
El encarecimiento del alquiler en Valencia responde a múltiples factores estructurales:
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Demanda creciente y perfil internacional: El atractivo turístico, el clima, el estilo de vida y la presencia de universidades y startups hacen que Valencia esté en el radar de ciudadanos europeos con alto poder adquisitivo.
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Oferta limitada por restricciones urbanísticas: La ciudad está rodeada por huerta protegida, lo que dificulta su expansión. Además, hay escasa promoción de vivienda pública o asequible.
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Revalorización de zonas periféricas: Barrios antes menos cotizados, como Rascanya o Patraix, están viviendo un proceso de gentrificación gracias a mejoras en infraestructuras y servicios.
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Impacto del turismo y alquiler vacacional: Muchos propietarios optan por el alquiler turístico, que es más rentable, lo que reduce la oferta de vivienda habitual.
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Inflación y tipos de interés altos: La dificultad para acceder a hipotecas ha hecho que muchas personas pospongan la compra y opten por el alquiler.
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Falta de obra nueva: El ritmo de construcción no cubre la demanda. Esto no solo incrementa los precios, sino que reduce las posibilidades de encontrar alquileres asequibles.
El panorama autonómico: Castellón y Alicante también al alza
La situación en el resto de la Comunitat Valenciana refleja una presión similar. En Castellón, el precio medio del alquiler ha subido un 27%, alcanzando los 14 €/m². Las viviendas, con superficies entre 100 y 400 m², tienen precios que oscilan entre 1.000 y 2.129 euros mensuales. En Alicante, el precio medio es de 15 €/m², con un aumento del 17% respecto a 2023. El perfil predominante del inquilino es el de parejas que buscan pisos de al menos 150 m² y 3 habitaciones.

Encontrar alquiler asequible en Valencia, todo un reto
La búsqueda de una vivienda en alquiler en Valencia se ha convertido en un reto cada vez más complejo. Mientras los precios siguen subiendo, la oferta no logra seguir el ritmo de la demanda, y los barrios periféricos se consolidan como la única alternativa real para muchos inquilinos. El mercado inmobiliario de Valencia ha entrado en una nueva fase de transformación, con precios mínimos que ya superan los 11 €/m² en la mayoría de distritos, y máximos que alcanzan cifras inéditas.