Compromís critica el abandono de Catalá al pequeño comercio y propone una Oficina para mejorar su competitividad

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El concejal de Compromís Ferran Puchades
El concejal de Compromís Ferran Puchades

El concejal de Compromís en el Ayuntamiento de València, Ferran Puchades, ha presentado una iniciativa a comisión municipal en la que pide a Catalá crear una Oficina para la digitalización del comercio de proximidad, con carácter estable y permanente, que esté al lado de los comerciantes en este proceso que debe facilitar su capacidad de competencia y mejora de la rentabilidad. "Queremos que los comercios puedan seguir prestando un papel determinante en la economía de la ciudad y la cohesión de nuestros barrios", ha apuntado el concejal. Además, ha criticado "el abandono a lo que está sometiendo a Catalá a este tipo de negocio".

 El ayuntamiento de València ha venido concediendo varias líneas de ayudas para apoyar la consolidación, dinamización y potenciación del comercio con especial atención a las ayudas a la transformación digital, habilidades digitales y acceso a la venta online. En estos momentos se encuentra en marcha un programa financiado con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que deberá finalizar el 32 de diciembre.

Para Puchades, “no podemos continuar con una política de subvenciones que simplemente consiste en distribuir recursos públicos sin una adecuada planificación, seguimiento, evaluación y puesta en práctica de mejoras para el futuro, que deja a los comerciantes sin soporte y acompañamiento una vez ha finalizado el programa.”

Puchades ha manifestado que “los comercios son una parte inseparable de la vida cotidiana en nuestras calles y barrios, contribuyen a mantenerlos como lugares de encuentro y convivencia, garantizar el acceso de la ciudadanía a los bienes y servicios y la competencia en un mercado cada vez más reducido y en menos manos, en definitiva, no se entiende una ciudad sin un comercio vivo y presente en cada barrio y pueblo de València.”

Puchades considera que “desde las administraciones hay que poner los instrumentos necesarios para que el pequeño comercio pueda competir con equidad con unos gigantes comerciales que cada vez condicionan más nuestro estilo de vida, la igualdad de oportunidades y amenazan la libre competencia, que afecta también a la estabilidad y creación de empleo en el sector comercial.”

El pequeño comercio vive un constante proceso de crisis por las amenazas constantes de la liberalización horaria, la implantación de grandes superficies o la venta online. En estos momentos estas amenazas se han ampliado con el desbocado incremento de los precios de los alquileres, la expansión de las franquicias con gran capacidad financiera y la conversión de bajos en apartamentos turísticos que ofrecen márgenes de beneficio industrial imposibles de acercar para la actividad comercial.

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