Adif licitaba, la semana pasada, las obras del canal de acceso de València. Con un coste total de 550 millones de euros – financiados en un 50% por Adif y en un 25% por la Generalitat y el Ayuntamiento – el gran proyecto ferroviario de la capital del Turia comienza a andar. La idea es que las obras comiencen en 2023 con un plazo de ejecución de cinco años. Una actuación que no solo permitirá coser los distritos de Quatre Carreres y Jesús al soterrar la actual playa de vías, sino que supondrá una importante transformación urbanística para València.
En primer lugar, a medida que se vayan desarrollando las obras, se irá proyectando el bulevar Federico García Lorca, un corredor verde de 49.000 m² que irá desde el Puente de Giorgeta – que desaparecerá tras la creación del canal de acceso – hasta el Bulevar Sur. Aunque la urbanización de esta zona estará sujeta a un concurso de ideas, sí que se conocen algunos detalles, como la eliminación del tráfico de la zona apostando por unos accesos en bucle utilizando la calle San Vicente y la carretera de Malilla.
Asimismo, se plantea la incorporación de un carril bici bidireccional de hasta 3 metros de ancho, y aceras multifuncionales que tendrán entre 6 y 12 metros de ancho. Por supuesto, en la nueva zona que se creará a lo largo de este corredor, se proyectará la construcción de nuevas viviendas – unas 5.000, entre las que se reservarán parte para VPO.
Además, aprovechando esta actuación, se revisará la reurbanización de la calle San Vicente, así como el PAI de Parque Central y San Marcelino para adaptarlos a los criterios de barrios de 15 minutos – con la consiguiente mejora de infraestructuras y servicios – pero, también, se combinará con el estudio del entorno del cementerio, el soterramiento de la C3 y los proyectos del Cuartel de Ingenieros y el de Artillería.
Sin duda, un proyecto urbanístico integral que, en un futuro, también conectará con el corredor del nuevo cauce del río Turia, pendiente de su renaturalización.
Adiós al puente de Giorgeta
Por otra parte, el soterramiento de las vías supondrá la eliminación del puente de Giorgeta en las últimas fases de la obra, a partir de 2026 o 2027. Aun así, y teniendo en cuenta que no se puede eliminar el paso motorizado por completo entre la avenida Giorgeta y Peris y Valero, se ha apostado por la proyección de una planta viaria que, en principio, contaría con dos carriles en cada dirección para el tráfico motorizado, y un carril bici unidireccional en cada sentido.
Por último, cabe destacar que esta actuación también conllevará la remodelación de la estación Joaquín Sorolla con el objetivo de aumentar su capacidad para albergar el crecimiento de viajeros que se espera en los próximos años.
Así, entre las actuaciones más reseñables se encuentra la ampliación de plazas de aparcamiento; la reforma de andenes y una remodelación de los ya existentes para adecuarse a la nueva playa de vías definida en el proyecto del canal de acceso; y la remodelación del edificio de viajeros con un nuevo vestíbulo elevado, así como el acondicionamiento de la urbanización del entorno.