El nuevo Ayuntamiento de València, encabezado por la alcaldesa María José Catalá, ha iniciado su gestión con un enfoque claro en implementar cambios significativos en la ciudad. En sus primeras horas de trabajo, la ‘popular’ ha delineado los objetivos prioritarios de su equipo de gobierno: llevar a cabo un plan de limpieza exhaustivo "calle por calle" y reforzar la seguridad en la ciudad.
Tal y como adelantaba durante su discurso de investidura de este pasado sábado, la alcaldesa está comprometida en cuidar los pequeños detalles y aspirar a grandes logros para València. Su visión es hacer de la capital del Turia un lugar sensible, acogedor, atractivo, ambicioso, reivindicativo y orgulloso.
En ese sentido, se implementará un plan de limpieza efectivo que abarcará cada calle, zona verde y área infantil de todos los barrios de la ciudad. Además, se tomarán medidas para restablecer la presencia de la policía de barrio, combatir la ocupación ilegal y convocar oposiciones para aumentar la plantilla de agentes de seguridad.
Precisamente, para potenciar la seguridad, Catalá mantenía una de las primeras reuniones como alcaldesa con el jefe de la Policía Local de València, José Vicente Herrera. Desde este mismo lunes, los agentes de la Unidad de Proximidad y Convivencia (UPIC) patrullan a pie los barrios para garantizar la mejor atención a los vecinos y vecinas.
Impuestos, movilidad, políticas sociales y vivienda pública
La reducción de impuestos es otro de los anuncios de la alcaldesa para estos primeros días de mandato. Concretamente, la reducción superará los 67 millones de euros gracias a la disminución del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), las tasas municipales y la bonificación del 95% en el impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana (plusvalía) en herencias y transmisiones de negocios familiares. Tal y como destaca, será la primera vez en la última década en que después de unas elecciones los impuestos no se incrementen, sino que se reduzcan.
En materia de movilidad, el objetivo de Catalá es que deje de ser un motivo “de enfrentamiento y tensión ciudadana”. Para ello, se priorizarán los criterios técnicos, profesionales y de seguridad para crear una ciudad amigable y cómoda, con un buen sistema de transporte público y conexiones con el área metropolitana. Se ofrecerán alternativas al vehículo privado y se facilitará el acceso y estacionamiento en los barrios.
El Ayuntamiento también reforzará las políticas sociales para reducir y prevenir la exclusión social, en colaboración con entidades sociales. Como medidas más inmediatas se abordará el problema de las personas sin hogar, ya que la alcaldesa considera que no hay nada más doloroso que ver a alguien durmiendo en la calle.
Además, se pondrá en marcha un plan de choque para agilizar los trámites de licencias y se simplificará la normativa administrativa para facilitar la gestión de aquellos que acudan al Ayuntamiento en busca de soluciones. Otro aspecto importante será la construcción de más de 1.000 viviendas públicas, así como residencias de mayores y centros de día.
Libertad de elección educativa y protección de las señas de identidad
La nueva líder del Ayuntamiento de València también se ha comprometido, en estos primeros días de gobierno, a apoyar la natalidad y a las familias, con bonificaciones y ayudas para familias numerosas y monoparentales, así como la implementación de un plan de natalidad con ayudas para el primer hijo, educación gratuita de 0 a 3 años y libertad de elección de colegio y lengua de estudio para los hijos.
En la misma línea, se aprobará, esta misma semana, recuperar la denominación bilingüe de la ciudad y se trabajará en la celebración del 9 de Octubre, Día de la Comunidad Valenciana, para recuperar las tradiciones locales.
Con estas medidas y objetivos, el nuevo Ayuntamiento de València busca iniciar una nueva etapa de cambio y progreso para la ciudad y sus habitantes.