El Ayuntamiento de València ha puesto en marcha las obras para convertir la Casa Forestal de El Saler en un espacio sociocultural y en un centro de interpretación del bosque de la Devesa. La partida presupuestaria es de 550.000 euros y las obras tardarán de tras a cuatro meses en llevarse a cabo. El vicealcalde y concejal de Devesa-Albufera, Sergi Campillo, ha declarado que tras las obras, el espacio se convertirá en “una equipación de referencia para los Pueblos del Sur” abriéndolo a la ciudadanía y no limitándolo a los actos privados tal y como hacia el anterior equipo de gobierno, ha afirmado Campillo.
La Casa Forestal acogerá presentaciones literarias y otras actividades de divulgación cultural, pero se prohibirán los conciertos por la contaminación lumínica y acústica del paraje natural. El proyecto de remodelación del edificio constará con la adecuación de la iluminación, la climatización, la carpintería y los accesos a la Casa Grande. En la parte exterior de la infraestructura, los trabajos se centrarán en acondicionar el porche, el aparcamiento, las entradas al edificio, los accesos al recinto y las zonas de uso público del entorno. Junto con todo ello, también se incorporará alumbrado led y pavimento de hormigón en el área de paso peatones.
Desde el consistorio contemplan eliminar las barreras arquitectónicas y recuperar elementos de valor patrimonial como una cerámica que representa la leyenda de la serpiente Sancha y el pastor, escrito por Blasco Ibánez en Cañas y barro. Esta será la tercera reforma de la Casa Forestal desde que fuera construida en 1920 y reformada posteriormente en los sesenta y en los noventa.
El marco de actuación: la Capital Verde Europea 2024
La mejora del patrimonio verde así como de sus infraestructuras es uno de los cuatro ámbitos de prioridad junto con la misión climática, la movilidad sostenible y la recuperación del espacio público y la alimentación saludable. El premio de la Capital Verde Europea tuvo su primera edición en el 2010 con su creación por parte de la Comisión Europea para que las metrópolis europeas orientaran sus políticas medioambientales dentro del Pacto Verde Europeo, la Estrategia de Biodiversidad 2030 de la Unión Europea o los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.