Juan Ángel Poyatos, director general de Coordinación de la Acción de Gobierno y responsable de la Oficina Valenciana para la Recuperación, ha anunciado que el Consell reparará a lo largo de este nuevo año 34 edificios públicos con el fin de que estos sean más eficientes energéticamente.
La inversión que se necesitará para llevar a cabo las rehabilitaciones es de más de 60 millones de euros, 51 de los cuales proceden del MERR, una de las partes del fondo Next Generation UE, y el resto de los fondos propios de la Generalitat. Todo esto gracias al convenio entre Generalitat y Gobierno central para el desarrollo del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (Pirep).
El propósito de esta inversión es el ahorro de un 30% del coste energético que generan estos inmuebles públicos a la Generalitat y su consecuente reducción de emisiones. La rehabilitación se hará siguiendo la línea que marca la Unión Europea, y permitirá la reforma de 34 edificaciones emblemáticas de la Comunitat Valenciana.
Los edificios escogidos son centros de todo tipo, entre las que destaca la ya mencionada Casa de los Caramelos en València, la situada en la calle Muro de Santa Ana; la futura sede del Instituto de Memoria Democrática en el Puerto de Alicante o el edificio de Correos en Castelló de la Plana. También las cinco universidades públicas recibirán un total de 8,8 millones para implementar mejoras energéticas en sus campus.
La Casa de los Caramelos
La emblemática Casa de los Dulces, más conocida como Casa de los Caramelos, situada en la calle Muro de Santa Ana, es uno de los edificios que el Consell reformará gracias al Pirep. La fachada del edificio ya está siendo rehabilitada desde el pasado verano, ya que, a causa del abandono y el tiempo, había sufrido varios desperfectos.
Ahora, y gracias a los fondos de la UE, también se podrá mejorar su eficiencia energética por un coste de algo más de medio millón de euros, aunque se desconoce el uso que la Generalitat dará el inmueble después de las reformas.
Les Corts adquirió la Casa de los Dulces en el año 2005 por un valor de 6,8 millones. Su anterior propietario, el Arzobispado, había estado alquilando el local a sus fundadores desde 1953, y así lo hicieron también desde les Corts hasta el año 2016, cuando se decidió no renovar el contrato.
El establecimiento es conocido por toda la ciudad y sus alrededores prácticamente desde su apertura en los 50 gracias a su posición estratégica, muy cerca de Pont de Fusta. Todo aquel que llegara a València en el 'trenet' muy probablemente pasaría por delante de la Casa de los Dulces.
El matrimonio formado por Vicente García y Emilia López abrió en 1953 en la calle Muro de Santa Ana la Casa de los Caramelos, que, según aseguran en su página web, ocupaba casi la totalidad de la calle. Unos años más tarde, abrieron otro establecimiento en la calle Xàtiva.
Fue en el año 1995 cuando Vicente García dividió el negocio entre sus dos hijos, y su hija, que se quedó con el local de Muro de Santa Ana decidió cambiar el nombre a Casa de los Dulces, aunque el nombre original es el que se ha quedado en la memoria de los valencianos y valencianas. Actualmente, la Casa de los Caramelos que queda está regentada por la nuera y la nieta de Vicente y Emilia.