El plan de reflotamiento del yate varado desde el pasado lunes en la playa de Pinedo ya ha recibido la aprobación de la Capitanía Marítima. Así, esta entidad dependiente de la Dirección General de Marina Mercante, ya ha dado luz verde a la propuesta del armador del buque para desencallar el barco de nombre ‘Nordic Lily’ y con bandera de Gran Bretaña. Todos los costes del procedimiento así como de regenerar la playa de Pinedo tras los trabajos de reflotamiento serán costeados por el propietario del barco, que tuvo que ser trasladado en helicóptero al Hospital La fe de València por enfermedad.
En ese sentido, el plan incluye varias operaciones que permitirán el reflotamiento y posterior remolque del buque a las instalaciones de Club Náutico de Valencia. Este proceso se llevará a cabo con la ayuda de maquinaria terrestre, que realizará una excavación en las inmediaciones del yate para crear un canal que facilite este procedimiento.
Según ha informado la Delegación del Gobierno, también se instalarán elementos que aseguren la flotabilidad del yate como flotadores y motobombas de achique y la instalación de un cabo de remolque que permita la operación de reflotamiento, mediante un remolcador. Después, se instalará un cabo de remolque que permita la operación mediante un remolcador y, una vez a flote, se remolcará hasta el Club Náutico de València, donde quedará amarrado.
Sin embargo, este proceso todavía no tiene fecha de inicio porque además del ‘sí’ de la Capitanía Marítima, este también requiere la aprobación por parte de la Demarcación de Costas, un asentimiento que, tal y como informan desde Delegación de Gobierno, podría estar listo “en breve”. De este modo, en cuanto se tenga la autorización, darán comienzo los trabajos dirigidos por la empresa contratada por el armador, bajo la supervisión de la Capitanía Marítima.
Desarrollo de los hechos
Fue el pasado lunes 3 de junio a mediodía cuando en su travesía hacia el Club Marítimo de València el ‘Nordic Lily’ cambió de dirección e inició su acercamiento a la orilla de la playa de Pinedo, donde quedó encallado muy próximo a la arena donde los bañistas disfrutaban de un día de playa. A pesar de las grandes dimensiones del buque, no se produjeron heridos y la zona ha sido acordonada para garantizar la seguridad de los visitantes y curiosos que se acercan desde el lunes hasta el lugar.
Por la tarde de ese mismo lunes, se produjo la primera inspección del buque para conocer qué había provocado que el yate llegara peligrosamente hasta la zona de arena. Durante la revisión por parte de la Capitanía Marítima, se detectó una vía de agua a bordo que obligó a paralizar las operaciones de remolque y que ahora esperan ser aprobadas por los organismos competentes para que el yate vuelva al Club Marítimo.