València ha iniciado ya su transformación. En febrero de este año, se puso en marcha una de las obras más significativas en la historia reciente de la ciudad: el proyecto del Canal de Acceso. Esta iniciativa, que tiene prevista su conclusión en cinco años, busca soterrar las vías ferroviarias de entrada a la ciudad, abriendo paso a una nueva era en el urbanismo de la capital del Turia.
El soterramiento de las vías, con un presupuesto de 443 millones de euros, supondrá una auténtica revolución para sus vecinos y vecinas. Las obras contemplan, por un lado, soterrar el canal de acceso propiamente, trasladar temporalmente las líneas ferroviarias del AVE, el Corredor Mediterráneo y las de los trenes hacia Gandia y Xàtiva para poder construir el recinto subterráneo, el desvío del colector sur y la creación de una estación central.
Nueve fases en cinco años
El Proyecto del Canal de Acceso se divide en nueve fases bien planificadas que han estado avanzando de manera satisfactoria desde su inicio, hace ahora nueve meses. La primera fase, que está programada para durar 18 meses y que debería concluir en julio de 2024, incluye la reubicación de las vías del AVE hacia el oeste, la construcción de losas y tramos del túnel, la expansión de la pasarela peatonal de la calle Amparo Iturbi y la ejecución de un tramo del colector sur.
La segunda fase, programada para comenzar en marzo de 2024 y finalizar en octubre del mismo año, contempla el desvío hacia el oeste de las vías de las líneas de Gandia y Xàtiva, junto con la construcción de pantallas y losas en la zona sur.
La tercera fase, que se llevará a cabo a partir de agosto de 2024, se enfocará en el desvío de las vías del Corredor Mediterráneo hacia el este, así como en la expansión de la estación de Joaquín Sorolla y la remodelación de andenes y vías.
La cuarta fase, programada para diciembre de 2024 y que durará 14 meses, continuará con el desvío de vías hacia el este y el oeste, la construcción de tramos de losas en diversas zonas y las obras en el colector.
La quinta fase, que comenzará en noviembre de 2025 y finalizará en julio de 2026, involucra más desarrollos en todas las áreas, incluida la creación de un desvío del colector sur.
Una metamorfosis en curso
Las etapas posteriores serán claves en la soterración de las vías en el nuevo túnel. La fase siete, que debería comenzar en febrero de 2027 y concluir en junio de ese año, verá cómo las vías de Gandia, Xàtiva y el Corredor Mediterráneo encuentran su camino bajo tierra.
La fase ocho, que comenzará en mayo, verá la inserción de la vía del AVE en el túnel, al tiempo que se realizarán trabajos de remodelación en la estación Joaquín Sorolla.
El final del viaje
Finalmente, la fase nueve marcará la demolición del puente de Giorgeta, conocido popularmente como 'Scalextric'. Aunque originalmente está programada para el verano de 2027, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, avanzaba este mismo mes de octubre que se esperan que se inicie su desmantelamiento a principios de 2027.
Con un tiempo estimado de siete meses, la finalización de estas obras y la puesta en servicio de la nueva estación central Joaquín Sorolla, el nuevo túnel que atraviesa Giorgeta y la nueva avenida en superficie están previstas para principios de 2028.
Este proyecto, que representa una inversión masiva en la infraestructura de Valencia, promete transformar la ciudad y su movilidad, brindando un nuevo capítulo en su historia urbanística.