Nada ha sido igual en Campanar tras el 22 de febrero de 2024. Ese día, el que podía haber sido un pequeño incendio en una de las viviendas de un residencial de alto standing en Nou Campanar, se convirtió en una de las mayores tragedias en la historia reciente de Valencia. El fuego consumió por completo un edificio de 138 viviendas, cobrándose la vida de 10 personas y dejando a cerca de 450 vecinos sin hogar. La huella de esta tragedia permanecerá grabada en la memoria colectiva del barrio durante generaciones.
En los días posteriores al incendio, más de 100 familias fueron reubicadas provisionalmente en un edificio de Safranar, en el barrio de Patraix, facilitado por el Ayuntamiento de Valencia. A lo largo del año, muchos afectados han ido encontrando nuevos hogares, mientras otros continúan su búsqueda de estabilidad tras el desastre en otras ubicaciones temporales.
Renacer entre las cenizas: la reconstrucción del edificio
Hoy, un año después, Campanar da señales de recuperación. Los propietarios afectados, unidos bajo la Asociación de Propietarios Afectados Incendio Campanar (APROICAM), tomaron la firme decisión de reconstruir el edificio destruido. Los trabajos avanzan a buen ritmo, tras la limpieza y desescombro del esquleto, el nuevo proyecto apuesta por una arquitectura más segura y sostenible.
El renovado residencial contará con una fachada íntegramente recubierta de cerámica, un material incombustible que no solo ofrece mayor seguridad frente al fuego, sino que también rinde homenaje a la tradición ceramista valenciana. Este cambio transformará el skyline del barrio: donde antes dominaban los tonos grises, ahora brillará un blanco resplandeciente, símbolo de renacer y esperanza.
La elección de este material también refuerza el compromiso con el tejido industrial local y la sostenibilidad, factores que han sido claves en la toma de decisiones por parte de los propietarios.
Memoria viva: acto conmemorativo en honor a las víctimas
Con motivo del primer aniversario, APROICAM ha convocado a los vecinos, familiares y ciudadanos a un acto conmemorativo que se celebrará el hoy, 22 de febrero a las 17:00 horas, en el parque adyacente al edificio siniestrado. El evento servirá para recordar a las 10 víctimas mortales, honrar la fortaleza de los afectados y reafirmar los lazos comunitarios que se han fortalecido tras la tragedia.
"La convocatoria está abierta a todos aquellos que deseen acompañarnos, compartir recuerdos y, sobre todo, seguir adelante como una comunidad que, a pesar de la tragedia, se mantiene unida y fuerte. Habrá un pequeño acto conmemorativo, y se abrirá un espacio para compartir vivencias y pensamientos", han apuntado desde la asociación.
La lucha por la verdad: una investigación aún abierta
La tragedia de Campanar sigue envuelta en preguntas sin resolver. Aunque inicialmente se determinó que el incendio comenzó por un fallo en el compresor del frigorífico de una vivienda, la investigación judicial sigue activa. En junio de 2024, la Audiencia de Valencia reabrió el caso tras el archivo provisional de marzo, atendiendo la solicitud de los familiares de una de las familias fallecidas en el incendio.
Sin embargo, el proceso se ha visto entorpecido por un giro inesperado: la DANA del 29 de octubre de 2024 destruyó parte de las pruebas clave almacenadas en el Complejo Logístico y Archivo Intermedio del Polígono l'Oliveral de Riba-roja. Entre los materiales dañados se encontraba el motor compresor del frigorífico, considerado el punto de origen del fuego, así como fragmentos metálicos de los paneles de la fachada, cuya rápida combustión fue clave en la propagación del incendio.
Según el Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia, los restos afectados por la DANA eran fundamentales para determinar las responsabilidades legales. Ahora, con las pruebas destruidas, las familias temen que la verdad nunca salga a la luz completa.
Un barrio que no olvida
El aniversario del incendio es más que un recordatorio del dolor: es una muestra de la capacidad de este barrio para sanar y seguir adelante. Campanar se enfrenta al reto de reconstruirse, no solo en lo físico, sino también en lo emocional. La solidaridad entre vecinos, las muestras de apoyo desde todos los rincones de España y la firme voluntad de seguir adelante han sido pilares fundamentales durante este año tras una catástrofe que dio la vuelta al mundo entero.