Casi 35 años han tenido que pasar, con luchas y reivindicaciones vecinales de por medio, para que, ahora, el barrio del Cabanyal – Canyamelar, ese antiguo pueblo marinero de València, mire hacia el futuro con certezas. La Generalitat ha aprobado definitivamente el Plan Especial del Cabanyal (PEC), el primer documento urbanístico que “no destruye el barrio, sino que construye”, ha manifestado el presidente de la Associació de Veïns i Veïnes del Cabanyal-Canyamelar, Daniel Adell.
Impulsado por el Ayuntamiento de València, este PEC va en la línea de mantener viva la identidad del barrio y, sobre todo, lograr “perspectivas de futuro. Es pasar página, reconstruir un barrio y atender a los peligros que vienen como la turistificación, la gentrificación o la vivienda”, ha continuado Adell. Y es que, como también ha señalado la vicealcaldesa de València y candidata socialista a la Alcaldía, Sandra Gómez, “este plan es un triunfo de la gente, de los vecinos y vecinas que dieron la cara, se encadenaron, se plantaron frente a las excavadoras y algunos hasta fueron agredidos, humillados e incluso arrestados”.
Un plan que, en definitiva, deja atrás el proyecto de destrucción que proponía el Partido Popular con la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar y que apuesta por la regeneración de todo un barrio. Desde la asociación vecinal destacan que “gracias a los vecinos hemos logrado que las manzanas de pisos turísticos dentro del casco histórico del barrio se redujeran al 10%, que la planta hotelera no se concentre en esa zona y que se construyan edificios públicos para que los hijos de los vecinos puedan tener una casa en el futuro”.
Asimismo, cabe señalar que el PEC ha sufrido variaciones en estos ocho años de tramitación y ajustes. Sin duda, el cambio más significativo ha sido la renuncia al hotel de 15 plantas en Eugenia Viñes que se proponía en un principio, y que ha sido sustituido por un edificio hotelero/terciario de seis alturas.
Este PEC sustituye, así, al anterior Plan de Reforma Interior (Pepri) del Cabanyal aprobado por el gobierno de Rita Barberá, que incluía la prolongación de Blasco Ibáñez a través del conjunto histórico protegido. El plan de la prolongación fue suspendido por espoliador por el Ministerio de Cultura en 2010 y anulado en 2015 por el Ayuntamiento de València.
Las líneas del Plan Especial del Cabanyal – Canyamelar
El nuevo PEC plantea un sistema de espacios públicos como eje vertebrador del barrio, e integra la infraestructura verde para aumentar la calidad ambiental y potenciar la convivencia. Así, se proyecta una zona verde como entrada al barrio, donde está actualmente la rotonda de la estación ferroviaria, en Blasco Ibáñez, pero también tres grandes ejes verdes: el Bulevar de San Pedro, el Paseo Marítimo y la llamada Vía Verde que se generará a lo largo de los espacios antiguamente ocupados por las vías del ferrocarril, integrando el parque de Dr. Lluch. En total, el Plan aumenta en 64.000 m² las zonas verdes del barrio.
Además, se generarán casi 34.000 m² de nuevos espacios de uso dotacional (destaca el espacio para la construcción de las nuevas piscinas, junto a Blocs Platja, o un gran solar dotacional junto al Parque de la Remonta). También se incluyen las reservas de suelo para aparcamientos en altura, con una capacidad total aproximada de casi 900 plazas; o varias parcelas destinadas a vivienda dotacional.
En cuanto a las necesidades habitacionales, se fomenta la rehabilitación de viviendas para mejorar su habitabilidad, accesibilidad y eficiencia energética. Además, se prioriza el derecho a la vivienda asequible, digna y adecuada para toda la población, y para ello se definen nuevos suelos residenciales en los que poder construir nueva vivienda libre y vivienda pública, a las que hay que sumar además las viviendas dotacionales previstas por el Plan. El nuevo plan prevé hasta 1.150 viviendas, de las que 700 serán viviendas públicas de alquiler asequible, o destinadas a colectivos de mayor dificultad de acceso a la vivienda, como jóvenes o personas mayores.
En esta línea, y para frenar procesos de turistificación o gentrificación, el PEC plantea una limitación del 10% de viviendas de uso turístico por manzana, así como una única nueva parcela terciaria compatible con el uso hotelero en la frontera del barrio con la Marina.
Por último, se incluye un catálogo de más de 1.600 fichas de protección para garantizar el patrimonio cultural del barrio.