El Ayuntamiento de València evita un nuevo impuesto a la ciudadanía

València asumirá el nuevo tributo estatal para la gestión de residuos

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Una mujer reciclando en el contenedor azul
Una mujer reciclando en el contenedor azul

El Ayuntamiento de València ahorrará un nuevo impuesto a la ciudadanía. Y es que en 2023 entrará en vigor un nuevo tributo estatal para la gestión de residuos que, como ha explicado el alcalde de València, Joan Ribó, “estaba destinado para la ciudadanía, pero hemos decidido asumirlo desde el Ayuntamiento”. 

Una decisión que se ha tomado con el objetivo de reducir la carga económica para los valencianos y valencianas en un momento en el que la subida del IPC, del combustible y de los suministros energéticos está afectando a la economía familiar. De esta manera, el Ayuntamiento de València ya contempla, en los presupuestos municipales del próximo año, una partida de 4,6 millones de euros que se destinarán a este nuevo impuesto estatal. 

Así lo ha confirmado el alcalde de València, Joan Ribó, junto con el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, en la presentación de las cuentas municipales de 2023. Unas cuentas que no solo son las mejores dotadas de la historia del Ayuntamiento, superando por segunda vez los mil millones de euros, sino que, además, se centrarán en la reactivación de la actividad económica y en la ayuda mediante la promoción social de las personas con mayores dificultades por la subida de precios.

De esta manera, se incrementan también los gastos en bienestar social en 2,2 millones – 42,3 millones para 2023 – para la mejora de la atención social primaria; así como en emprendimiento con una partida de 6,4 millones para el próximo año con la finalidad de mejorar el apoyo al ecosistema emprendedor, reforzando así la creación de empleo en la ciudad.

Un incremento de los gastos que ha sido posible al incremento de los ingresos que, como ha aclarado Ribó, “no se debe a un aumento de los impuestos y tasas municipales, ya que se han congelado para 2023”, sino a otra serie de factores, como el aumento de las entregas a cuenta por parte del Estado respecto a 2022; los fondos Next Generation y Pla Edificant; o las transferencias de la Generalitat para programas de Bienestar Social y empleo a través de LABORA, entre otros. 

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