El Ayuntamiento de València continúa con los proyectos para consolidar el enclave ‘Miramar, espacio de cultura urbana’, con el que ahora el gobierno municipal pretende aprovechar las instalaciones de la rotonda de acceso a la ciudad desde la V-21 para la captación solar y la producción de energía eléctrica y a la vez mitigar el efecto de la isla de calor en ese entorno de la ciudad. Además, este proyecto específico contempla la creación de zonas de sombra en toda la parcela para mejorar el confort en la práctica deportiva y artística impulsada en este espacio en los últimos meses.
El concejal de Emergencia Climática y Transición Energética, Alejandro Ramon, ha explicado que “después de la recepción de las obras de la rotonda Miramar y su puesta en marcha como espacio de cultura urbana, ahora continuamos el proceso con las instalaciones específicas para la práctica de los deportes urbanos y el aprovechamiento de las infraestructuras para las energías renovables”.
El edil ha recordado que la intervención se llevará a cabo “en una rotonda que los medios describieron como la más cara de España, a pesar de que no tenía ningún uso asignado”, motivo por el cual “hemos trabajado durante meses para transformar el espacio y ofrecerlo a la escena urbana, para deportes y artes urbanos”. Ahora, ha explicado que se quiere compatibilizar ese uso con otro de complementario: “queremos transformar este gran monolito de hormigón en un espacio más amable para la ciudadanía, más verde y que pueda servir para la captación solar, dándole así un uso complementario de generación de energía renovable y limpia”.
Entre los trabajos desarrollados anteriormente se habían habilitado más de 7.200 metros cuadrados que estaban deteriorados y sin ningún uso. Ahora, en cambio, tienen un uso consensuado con todas las asociaciones que impulsaron el pasado febrero en el acontecimiento ‘Miramar Urban Meet’ junto con la World Design Capital 2022. Entre las nuevas intervenciones que se proponen y para las cuales se ha contratado asesoramiento y redacción del proyecto a Ética Arquitectura, hay la creación de zonas de sombra para la protección solar de las varias zonas condicionadas para el uso artístico y deportivo; también se estudiará para adaptar la fachada de la torre Miramar para poder captar energías renovables y limpias, fundamental-mente con la instalación de placas fotovoltaicas, de donde se sacará una energía eléctrica aprovechable para todo el entorno construido.
El contrato celebrado con la Fundación València Clima y Energía tiene un importe de 14.900 euros sin IVA y contempla un plazo de ejecución de cuatro meses