La avenida Malva-rosa se dignifica para potenciar su gran eje comercial. La vicealcaldesa de València y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, ha presentado, esta mañana, la reurbanización de esta avenida, que supondrá la recuperación de 15.000 m² de espacio público. Y es que pasará de tener dos vías – para vehículo rodado y transporte público – a convertirse en una única vía de convivencia donde se permitirá tan solo el paso del transporte público, pero con preferencia peatonal. Por supuesto, también se permitirá el acceso a vehículos de emergencia, carga y descarga y a parkings privados.
Fruto de los presupuestos participativos DecidimVLC, Gómez ha señalado que “hemos querido priorizar esta propuesta vecinal porque queremos que el 2022 sea el año de la Malva-rosa. Los vecinos y vecinas llevan décadas reclamando una serie de mejoras para el barrio que, desde el área de Urbanismo, vamos a poner en marcha”. Así, la vicealcaldesa ha recordado que “antiguamente, esta avenida era un importante eje viario y comercial, pero tras décadas de abandono, se ha convertido en una de las avenidas más deterioradas, muy por debajo de cumplir criterios de accesibilidad y calidad, con aceras muy estrechas, escasa vegetación o mobiliario urbano”.
Con un presupuesto de más de 2,4 millones de euros – de los que 1,8 millones procederán de los fondos Next Generation – el objetivo de esta actuación es transformar la avenida Malva-rosa. Para ello, además de la mejora del espacio urbano o el aumento del arbolado y la vegetación, optando por maceteros donde no sea posible la plantación; se mejorará la gestión del agua para evitar inundaciones y la calidad ambiental y acústica con la reducción del tráfico rodado.
En este punto, Sandra Gómez ha recordado que “el cierre a vehículo privado por la avenida Malva-rosa no supondrá ninguna afección al tráfico, ya que darán el servicio de paso tanto la calle Isabel de Villena, como Ingeniero Fausto Elio”.
Asimismo, en esta reurbanización se aplicarán criterios de accesibilidad, con la ampliación de aceras, la instalación de mobiliario urbano y la creación de zonas de descanso; de eficiencia energética, con el cambio de luminarias; y de perspectiva de género. También se tendrá en cuenta el uso de un hormigón resistente al fuego, que se ubicará en el espacio donde se planta la falla de la avenida Malva-rosa.
Por último, aprovechando esta actuación urbanística, se procederá a la peatonalización de la plaza B. Robillard y su entorno.
El plazo de ejecución es de 12 meses, y se espera que la nueva avenida esté lista para diciembre de 2023. No obstante, la vicealcaldesa ha asegurado que “trabajaremos para acortar plazos”.