El Parque de Desembocadura de València avanza. El jurado ya ha comenzado a valorar las 17 propuestas presentadas, teniendo que seleccionar un mínimo de tres y un máximo de cinco en un plazo de 30 días – aunque el jurado tiene la potestad de ampliar el plazo si así lo considera –. Una vez acabado este proceso, se expondrán las propuestas seleccionadas a la ciudadanía, de la misma manera que ya se hizo con la remodelación definitiva de la plaza del Ayuntamiento.
El Ayuntamiento de València ha acogido, esta mañana, la sesión de constitución del jurado, que cuenta con representación del consistorio, de la Generalitat, de la Autoridad Portuaria, de la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de València, de los colegios territoriales de arquitectos y de ingenieros de València, así como de reconocidas profesionales como Beth Galí e Inés Novella.
Con una inversión de 35 millones de euros, los proyectos presentados proponen propuestas de actuación que alcanzan las 25,3 hectáreas, desde el puente de L’Assut de l’Or hasta Natzaret. Se trata, como ha explicado el alcalde de València, Joan Ribó, de “crear una fachada marítima más verde y azul”. Y es que este gran proyecto de la ciudad engloba cuatro áreas en una única actuación, dando solución al tramo final del Jardín del Turia y conectando con los sectores urbanísticos de França, Ciutat de les Arts i les Ciències, Moreres-II, Cocoters y Grau.
El equipo, cuya propuesta para el futuro Parque de Desembocadura salga seleccionada, se encargará también de la redacción del proyecto y dirección facultativa de las obras de la primera fase: las 9,3 hectáreas que llegan al puerto, con un presupuesto de 15 millones de euros, de los que la Autoridad Portuaria aportará 13,5 millones.
Como ha señalado Ribó en repetidas ocasiones, “con la culminación de este proyecto, repararemos, en parte, una deuda histórica con los barrios de Natzaret y La Punta, que se vieron afectados por la ampliación del Puerto”.