La Marina de València empieza la cuenta atrás para comenzar los trabajos de humanización del entrono del Tinglado 2. El proyecto urbanístico consta de un gran bulevar arbolado de 23.300 m² en el que se encontrará un gran sistema dunar construido con adoquines y que está pensado para el paseo y descanso de los visitantes de la Marina.
Esta actuación, que busca recuperar, poner en valor y humanizar el Tinglado 2 y su entorno, tiene como objetivos articular esta zona con el resto de la ciudad, mejorar la accesibilidad, poner en valor el patrimonio de la Marina y vincularla con la naturaleza. Con una inversión total de dos millones de euros, la fase final del proyecto está a punto de ejecutarse, y consistirá en la peatonalización y naturalización del entorno del edificio histórico del Tinglado 2.
Ecosistema dunar y verde
Después de un proceso colaborativo de más de un año para encontrar la mejor propuesta para la humanización de la zona, se escogió un proyecto innovador cuya ejecución dará comienzo en los próximos meses. El proyecto ha sido elaborado por el Grupo Aranea y El Fabricante de Espheras, y consta de un espacio arbolado de más de 23.300 m² que conecte a los barrios circundantes a la Marina de València. Con él se pretende poner en valor el patrimonio histórico de la Marina, invitar a los visitantes al paseo por el litoral y protegerlos del tráfico de las ciudades.
Un gran bulevar de 33 metros de ancho complementado con una serie de dunas urbanas construidas a base de adoquines, jugando con distintas alturas que crean lugares de descanso y de interacción. “Naturaleza, ciudad, patrimonio y agua se combinan de forma equilibrada en el diseño de este espacio, poniendo un exquisito cuidado a visuales, volúmenes y usos, diseñando una infraestructura verde litoral con elementos vegetales autóctonos, capaz de articularse con el tejido urbano y al mismo tiempo aislar al visitante del tráfico rodado”, detalla el proyecto.
Mejora de los accesos
Este nuevo proyecto supone una mejora de la conexión de la Marina con los barrios que la rodean, introduciendo nuevos accesos y mejorando los anteriores, con la finalidad de acercar el puerto histórico de la ciudad de València a sus habitantes y visitantes.
Para una buena convivencia con los otros usos de la Marina, se ha tenido en cuenta los itinerarios de acceso a la dársena, así como la programación de grandes eventos que requieran un acceso especial como conciertos, pirotecnia o actividades varias.
Innovadora perspectiva de costes
Este proyecto también tiene en cuenta el patrimonio histórico de la Marina, como el Edificio del Reloj, la Escalera Real y la grúa cabria, gracias a una innovadora perspectiva de costes en la que se ha reducido la inversión manteniendo los criterios de calidad.
Gracias a ella se ha podido expandir el proyecto de la zona a mejorar, incluyendo el entorno de la plaza del Agua y la plaza de las Horas, donde se encuentra el Edificio del Reloj. “Este proyecto tiene la capacidad de servir como guía a todos los proyectos que se están llevando a cabo en el entorno de La Marina de València. Es una intervención de espacio público ejemplificadora, en cuyo proceso de definición ha tenido mucha importancia la participación ciudadana”, asegura Vicent Llorens, director general de Consorcio Valencia 2007.