València está viviendo un momento histórico. Después de 20 años de espera, el pasado mes de febrero arrancaban las obras de construcción del canal de acceso que, además, supondrán el soterramiento de las vías ferroviarias que parten en dos los barrios del sur de la ciudad desde hace más de un siglo. Un proyecto de gran envergadura que no solo unirá la zona de Malilla con la Cruz Cubierta y San Vicente, sino que transformará por completo la imagen de la ciudad. Pero, ¿cómo será València tras la finalización de las obras?
Para empezar, la playa de vías se sustituirá por el bulevar García Lorca, un corredor verde de 49.000 m² de zona verde que irá desde el puente de Giorgeta hasta el bulevar sur. Así, se eliminará el tráfico motorizado utilizando en la calle San Vicente y la carretera de Malilla, unos accesos en bucle, que no solo permitirán el acceso a propietarios, vehículos autorizados y transporte público, sino que mantendrá como un verdadero parque la zona central de ese corredor.
Asimismo, se plantea la incorporación de un carril bici bidireccional de hasta 3 metros de ancho, y aceras multifuncionales que tendrán entre 6 y 12 metros de ancho. Por supuesto, en la nueva zona que se creará a lo largo de este corredor, se proyectará la construcción de nuevas viviendas – unas 5.000, entre las que se reservarán parte para VPO –. Aun así, la urbanización definitiva estará sujeta a un concurso de ideas.
Por último, otro de los grandes cambios será el derribo del puente de Giorgeta, dando paso a una avenida de 35 metros de amplitud, con un total de seis carriles – tres por sentido – y carriles bici en ambas direcciones. Está previsto que la eliminación del puente se realice en las últimas fases de la obra, es decir, a partir de 2026.
Debido a que la avenida Giorgeta es una de las avenidas que cuentan con mayor afluencia de tráfico y, por tanto, es inviable que se pueda desviar el tráfico rodado por vías alternativas, el futuro bulevar García Lorca no conectará directamente con el Parque Central. Sin embargo, la avenida proyectada facilitará la conexión peatonal y ciclista entre ambas zonas verdes.
Finalmente, se remodelará el entorno de la estación de Joaquín Sorolla para ampliar las instalaciones. También, aprovechando esta actuación, se revisará la reurbanización de la calle San Vicente, así como el PAI de Parque Central y San Marcelino para adaptarlos a los criterios de barrios de 15 minutos – con la consiguiente mejora de infraestructuras y servicios – pero, además, se combinará con el estudio del entorno del cementerio, el soterramiento de la C3 y los proyectos del Cuartel de Ingenieros y el de Artillería.
Con una inversión de más de 440 millones de euros – financiados por el Gobierno de España en un 50% y por la Generalitat y el Ayuntamiento de València en un 25% respectivamente – se prevé que la actuación esté acabada en 2028.