Cada vez queda menos para la inauguración del Parque Central de València. Al menos, de la primera fase. Las obras avanzan sin cesar para que este año estén accesibles a los vecinos y visitantes todos los espacios: el gran jardín, las cuatro naves, una pérgola, un espacio de sociabilización de perros y otra de juegos infantiles, entre otros.
Era una de las grandes demandas de la ciudad desde hace casi 30 años, cuando en 1989 se incluyó el proyecto en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Y en 2015 se empezaron las obras de esta primera fase, la de Russafa-Malilla, que afecta al 40% del espacio total, cerca de 110.826 metros cuadrados. Fase que verá la luz dentro de poco.
Con razón se le llama "el nuevo pulmón verde" de València. Y es que 1 millar de árboles y cerca de 85.000 arbustivas se repartirán a lo largo y ancho del parque. El grueso de la plantación debería haberse iniciado en septiembre y octubre, pero el calor provocó que se retrasase. En ese sentido, también las lluvias de los últimos días están demorando los trabajos.
La Huerta Jardín es el espacio más avanzado, pues ya cuenta con las instalaciones de riego, el aljibe y algunos bancos, entre otras instalaciones. Desde hace poco más de una semana, el espacio se está poblando de arbustivas y trepadoras.
Y en el Jardín de los Niños, por su parte, se están colocando los carruseles, columpios y balancines, además de otras instalaciones como un rocódromo, una plataforma deslizante y diversas mesas de pimpón.
Ambos espacios estarán limitados por "muros verdes", unas estructuras de hormigón que contarán con más de 13.000 plantas. Estas lo dotarán de un aspecto similar a un manto verde. Actualmente se están implantando las 1.300 jardineras donde se colocarán las plantas.
En cuanto a las cuatro naves situadas en la plaza de las Artes, tres de ellas están prácticamente finalizadas, mientras que en la otra continúan los trabajos. Estos edificios pretenden albergar actividades culturales y sociales.
Algunos problemas
Sobre los plazos, en la Sociedad Parque Central, encargada de gestionar y coordinar los trabajos, no quieren pillarse los dedos y se limitan a resaltar el avance de las obras.Y es que no todo está siendo un camino de rosas. Hay algún que otro obstáculo que puede retrasar el avance de las actuaciones. Uno de ellos es el que está provocando el concesionario de coches situado en la Avenida de Peris y Valero.
El propietario de la compañía se resiste a abandonar las parcelas dotacionales, que pertenecen al Ayuntamiento tras la reparcelación de junio de 2017. El juez, no obstante, denegó la suspensión cautelar de la ocupación del suelo pedida por el concesionario, y aún así, su propietario se niega a cumplir con el requerimiento de abandono. Así que el Ayuntamiento optó finalmente por aprobar su desahucio el pasado viernes 2 de febrero.
Este retraso ha afectado al muelle cercano, todavía en proceso de reconstrucción, cuyas actuaciones tuvieron que paralizarse debido a las negativas del dueño del concesionario.
8 accesos y vallado
El Parque Central tendrá 8 puertas de acceso: dos en la avenida de Peris y Valero, una en la calle Dr. Domagk y otras cinco desde la calle Filipinas.Y sí, el parque estará completamente vallado de cara a la calle. Casi de 1,80 metros de altura, numerosos pilares de hormigón y acero se repartirán a lo largo de 600 metros lineales para cercar el espacio. Sin embargo, en Filipinas, el vallado permitirá el acceso a las naves en función de sus horarios, independientemente del acceso al parque.
También se construirán paneles de hormigón de 3 metros de alto para separar esta primera fase del parque de las vías ferroviarias, a la espera de las obras previstas para soterrarlas. Junto a este muro, se están plantando diversos árboles y plantas a modo de pantalla vegetal.