Las obras de mejora de la rotonda donde se ubica la
Torre Miramar, que se encontraba en estado de abandono desde 2009, ya se han iniciado. Así lo ha confirmado el alcalde de València,
Joan Ribó, a través de su cuenta de la red social Twitter.A pesar de que el consistorio ha solicitado llevar a cabo alrededor de 50 actuaciones inmediatas, por el momento, según ha informado Ribó, se va a empezar con la rehabilitación de recorridos accesibles en el estanque principal y el desmontaje de la pasarela inferior de peatones. Además, también se va a suprimir la fuente rectangular.De este modo, los trabajos de adecuación de este emplazamiento situado en una de las entradas norte de València junto a la Avenida de Cataluña, serán financiados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Deportes y danzas urbanas
Una vez finalizadas las obras de mejora del entorno de la Torre Miramar, entre las que se encuentran también el cierre de agujeros en el forjado, trabajos de jardinería y poda o la instalación de una iluminación eficiente, el Ayuntamiento pretende darle una nueva vida a esta rotonda.Así, la Junta de Gobierno Local aprobó el pasado 9 de julio proponer al Ministerio de Transportes y a la Demarcación de Carreteras de la Comunitat Valenciana, que este lugar se destinará a la práctica de deportes y danzas urbanas como el
parkour, la escalada, el patinaje y el
skate. Además, desde el Ayuntamiento, se trasladó la idea de emplear la misma torre como rocódromo.
La habilitación de la rotonda para estas prácticas deportivas permitiría aprovechar los 7000 metros cuadrados construidos que están sin utilizar y darle así un "uso a un espacio hasta ahora perdido para la ciudadanía, a la vez que se potencia el deporte y se ofrece una alternativa de ocio responsable e inclusivo para los jóvenes", afirmaba a finales de 2020 Joan Ribó.
Inaugurada en 2009 con un coste de 24 millones
El conjunto ornamental de la Torre Miramar fue inaugurada el 19 de junio de 2009 por el entonces ministro de Fomento José Blanco junto con la exalcaldesa de València
Rita Barberá y tuvo un coste de
24 millones de euros, lo que la convierte en la rotonda más cara de España.En concreto, fue esta misma torre la estructura que hizo aumentar un 40% el presupuesto inicial y, de hecho, su construcción no estaba planificada en el proyecto inicialmente presentado. Por esta razón, Barberá decidió rechazar la cesión de este lugar y evitar así que el Ayuntamiento se hiciera cargo de su mantenimiento.La Torre Miramar, una plataforma mirador de 45 metros de altura y con una capacidad que podría albergar hasta 160 personas en su interior, nació con el pretexto de convertirse en un punto estratégico de la ciudad que ofreciera unas vistas al mar Mediterráneo a aquellas personas que la visitaran.Sin embargo, la caja de vidrio de color oscuro que corona la torre y desde donde se debería observar directamente el mar, no cumple este objetivo, ya que las construcciones cercanas lo hacen casi imposible. Por ello, el mirador se cerró tres meses después de su apertura y se dio paso, de este modo, a la degradación de la torre y de su entorno.