Valencia

Los apartamentos turísticos devoran la ciudad aumentando en más de un 60% en todos los barrios de Valencia

La oposición pide que se prohíba la apertura de nuevos apartamentos turísticos como ya ha hecho Madrid

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Una calle de València

Valencia está sufriendo las consecuencias de la turistificación. En 2023, 9,7 millones de turistas, solo internacionales, visitaron la Comunitat Valenciana. Como consecuencia de ese atractivo turístico que ostenta la capital del Turia, la proliferación de apartamentos turísticos se ha descontrolado hasta tal punto que, prácticamente, acceder a una vivienda se ha convertido en misión imposible. Si bien en un principio, la invasión de los apartamentos turísticos afectaba, en mayor medida, a la zona centro de la ciudad; en la actualidad, este tipo de alojamientos se han extendido por todos los barrios de Valencia. Un escenario ante el que hay que actuar “si no queremos que los vecinos sean expulsados de sus propios barrios”, alertan desde la Federación de Asociaciones Vecinales de Valencia.

Como explica su presidenta, María José Broseta, “los apartamentos turísticos son como una mancha de aceite que se han ido expandiendo ya no solo a todos los barrios de la ciudad, sino también a las pedanías de Valencia”. Por eso, defiende la necesidad de adoptar medidas urgentes porque “se han sobrepasado todos los límites que teníamos que tener. En vez de ser una ciudad exclusivamente turística, se debería trabajar por una Valencia sostenible, saludable y verde; por un modelo de ciudad donde acceder a una vivienda, que es un derecho básico, estuviera al alcance de todas las personas; y por supuesto, apostar por una ciudad en la que los vecinos no tengan que abandonar ni sus viviendas, ni sus barrios por no poder costearse un alquiler”.

Y es que los efectos que la turistificación está teniendo sobre el mercado inmobiliario son innegables: por un lado, la reducción de vivienda que se destina, ahora, a apartamentos turísticos; y por otro, unos precios desorbitados que dificulta, todavía más, el acceso a la vivienda. “Han habido vecinos que han sido expulsados de sus casas porque los propietarios querían convertirlo en alojamientos turísticos, y han visto cómo, con su pensión, era inviable acceder a una nueva vivienda de alquiler en su barrio; lo mismo ocurre con los jóvenes, porque compartir piso con 5 o 6 personas más, no es tener una vivienda”, señala Broseta.

Un punto de vista que también comparten diferentes asociaciones vecinales que han visto cómo, de repente, sus barrios se llenaban de alojamientos turísticos. Este es el caso de Patraix donde, como afirma el presidente de la asociación vecinal, Toni Pla, “desde hace poco más de un año, estamos notando cómo está cambiando el barrio. Bajos que antes se vendían por 80.000 o 90.000 euros para crear comercio local, ahora están siendo reformados para venderse como apartamentos turísticos, pero además, se están comprando edificios enteros para este fin, como en la calle Cuenca donde ya hay dos edificios enteros de tres plantas destinados a apartamentos turísticos o el recién inaugurado hotel”.

Vecinos de La Saïdia protestan frente a las Torres de Serranos contra la turistificación

Una situación que observan con preocupación porque “son viviendas que ya no se destinan a uso residencial, sino a una práctica que no está regulada y que ni genera barrio, ni convivencia vecinal ni contribuyen a la dinamización de Patraix”. Asimismo, Pla asegura que esta proliferación de apartamentos turísticos tampoco está generando riqueza en el barrio “por el tipo de turismo que atrae”.

De esta manera, desde la Asociación Vecinal de Patraix quieren dejar claro que “no es que estemos en contra del turismo, pero nuestra apuesta es la de un turismo sostenible, equilibrado y, sobre todo, regulado. Nos ha costado mucho mantener y conservar el núcleo histórico del barrio. De hecho, Patraix es el segundo barrio más buscado para vivir y no queremos que suceda como en otras ciudades o barrios de València donde el turismo irregular se ha desbordado y ha acabado con la expulsión de los vecinos del barrio”.

Un panorama similar se vive, por ejemplo, en el distrito de la Saïdia, donde varias asociaciones vecinales se han unido para manifestarse en contra de una turistificación que “avanza vorazmente”. El vecindario ha alertado de que, según los datos de los principales portales inmobiliarios, alquilar un piso en la Saïdia, actualmente, “cuesta 300 euros más de media que en 2021, lo que supone un aumento del 50 por ciento en solo tres años”. Asimismo, los apartamentos turísticos han aumentado su presencia en un 30%, “sin contar con la oferta ilegal, que se multiplica semana a semana”.

Desde las asociaciones vecinales de la Saïdia tienen claro que “permitir que avance la turistificación sin tomar ninguna medida supone priorizar el interés económico de unos pocos frente a las necesidades de los vecinos, al tiempo que amenaza el tejido social de los barrios”.

Grupo de turistas en la ciudad de València

Por este motivo, desde la Federación de Asociaciones Vecinales de Valencia exigen “definir con claridad las reglas del juego” y poner en marcha un plan de recursos turísticos de la ciudad que “regule a cuántos turistas salimos por habitante, cuál es el número máximo que podemos acoger a la vez y dónde van a pernoctar porque es necesario acabar con la inseguridad jurídica en la que se desenvuelve esta actividad y con la falta de una tutela efectiva sobre aquellos alojamientos ilegales que provocan conflictos de convivencia”, ha concluido su presidenta María José Broseta.

Más control sobre los apartamentos turísticos ilegales

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha confirmado que, este 2024, se impulsará un plan para luchar contra los apartamentos turísticos ilegales. Un plan que sentará sus bases sobre dos pilares principales: la intensificación del control policial para detectar este tipo de alojamientos y  un nuevo reglamento de carácter municipal para regular la apertura de apartamentos turísticos ilegales en la ciudad. 

Y es que como ha explicado la primera edil, “hablar solo de regular la actividad legal de los apartamentos turísticos, y no inspeccionar la actividad ilegal es empezar la casa por el tejado”. Así, ha añadido que “en los últimos ocho años, Valencia ni ha tenido ordenanza reguladora de los apartamentos turísticos, ni un plan de inspección para los irregulares”. De esta manera, ha defendido que, “en los primeros meses de trabajo de esta corporación, ya se ha empezado a trabajar en una futura ordenanza de regulación en colaboración con otras instituciones, como las universidades públicas”. 

Así, en estos momentos, desde el Ayuntamiento de Valencia se está trabajando “para ver qué vamos a hacer. Madrid ha tomado una decisión. En nuestro caso, para poder hacer una suspensión de licencias ha de modificarse el PGOU de 1989. No descarto nada, porque no quiero que proliferen los apartamentos turísticos ilegales, queremos un crecimiento controlado y un turismo de calidad”, ha concluido Catalá.

La oposición pide una moratoria

El partido socialista presentó una moción para prohibir la apertura de nuevos apartamentos turísticos, que no salió adelante. El concejal del PSPV-PSOE, Borja Sanján, denunciaba, este jueves, que la “dejadez y barra libre de Catalá con los apartamentos turísticos ha provocado su proliferación en todos los barrios de la ciudad”. De acuerdo con los datos presentados, se ha registrado un crecimiento del 106% en Benicalap y Ciutat Fallera, del 68,9% en Rascanya y Torrefiel, del 65% en la Olivereta y Patraix o de un 98% en Saïdia y Marxalenes.

En este sentido, Sanjuán ha advertido al gobierno municipal de que, a la vista de los datos de Visit València, “no queda ni un solo barrio de Valencia que no esté siendo tensionado en sus precios de la vivienda por el efecto de los apartamentos turísticos y el gobierno de María José Catalá no puede seguir siendo negacionista del problema de los apartamentos turísticos”. 

El portavoz adjunto de los socialistas ha recordado que el anterior gobierno progresista, de la mano de los socialistas con Sandra Gómez en Urbanismo, dejó preparada una moratoria para prohibir con carácter inmediato “que se abriera ningún apartamento más. Ha pasado casi un año y Catalá no ha hecho absolutamente nada. El resultado es que hay barrios de esta ciudad que tienen ya el doble de apartamentos turísticos que cuando ella entró a gobernar”.

Por su parte, desde Compromís han valorado positivamente esta moratoria, pero, como ha insistido la portavoz del partido, Papi Robles, “en el punto en el que estamos, ya no es suficiente”. Por eso, ha instado a que la alcaldesa de Valencia apruebe el Plan de Restricciones de Apartamentos Turísticos que presentará Compromís este viernes. “Hoy hemos visto que Madrid está restringiendo la implantación de apartamentos turísticos. Celebraríamos que, por una vez, Catalá mirara a Madrid para algo más allá que hacer mascletás”.
 

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