El alcalde de València, Joan Ribó, ha planteado implantar en la ciudad una experiencia piloto que ponga en práctica la jornada laboral de cuatro días. Así ha informado durante su intervención en la I Cumbre Internacional sobre Reducción del Tiempo de Trabajo y la Jornada Laboral de Cuatro Días. Un evento organizado por la Generalitat y Labora en el que también han participado Mònica Oltra, la ministra de Trabajo Yolanda Díaz y la vicepresidenta de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento Europeo, Katrin Langensiepen.
De esta manera, esta experiencia piloto examinará cómo funciona la jornada laboral de solo cuatro días y que se prevé que esté activa durante un mes en el que todos los valencianos y valencianas puedan tener una jornada de trabajo de cuatro días y un total de 32 horas semanales.
En ese sentido, uno de los objetivos de esta experiencia será hacer “un estudio riguroso, con unas conclusiones que sirvan para elaborar un informe de alcance europeo e internacional que evalúe el impacto de su aplicación y las consecuencias en cuanto a la productividad pero también al ocio, la movilidad, la economía, la salud de las personas”, tal y como ha explicado Ribó.
“En València queremos ser pioneros en el debate sobre una nueva regularización de la jornada laboral, porque estamos convencidos que las personas felices son más eficientes en el trabajo, y que aplicando a los sistemas productivos algunos conceptos que sirven de base a la economía del bien común como la confianza, la cooperación y la solidaridad, podemos avanzar como sociedad de manera sostenible”, ha destacado Ribó durante su intervención.
Aun así, la aplicación de este proyecto de prueba tendrá que alcanzar un consenso social, empresarial y sindical para poder llevarse a cabo. Por este motivo, Ribó ha anunciado que abrirá una ronda de diálogo entre el consistorio municipal, la Generalitat Valenciana, los agentes sociales y las entidades vecinales. Además, los sindicatos —que también han asistido a la cumbre— también deberán dar su visto bueno a reducir la jornada laboral a 32 horas a la semana.
Precisamente, esta jornada de trabajo reducida ya se ha puesto en marcha en diferentes países. Por ejemplo, en Lituania el gobierno ha aprobado la semana laboral de cuatro días para aquellas personas que trabajen y que tengan a su cargo hijos pequeños. Mientras tanto, en Irlanda, Estados Unidos, Canadá, Australia o Nueva Zelanda también se están llevando iniciativas similares.