El movimiento en defensa del derecho a la vivienda y contra la turistificación que ocupaba la Plaza del Ayuntamiento de València desde el pasado sábado 19 de octubre ha concluido su acampada tras “alcanzar los objetivos planteados” al inicio de la protesta. Así lo han anunciado este domingo los organizadores, que han señalado que se trata del inicio de una estrategia más amplia con la intención de trasladar sus esfuerzos a los barrios de la ciudad y continuar con nuevas acciones si no se atienden sus demandas.
La acampada comenzó inmediatamente después de la manifestación convocada bajo el lema 'València s'ofega', organizada por el movimiento València no està en venda. A lo largo de más de una semana, decenas de personas se han unido para visibilizar sus exigencias de acceso a la vivienda, protección del territorio y un freno a la creciente turistificación que, según consideran desde la plataforma, está afectando negativamente a València.
Tal y como han reconocido los portavoces durante la lectura del manifiesto que anunciaba la desconvocatoria de la protesta, la acampada ha logrado visibilizar sus demandas y “dar continuidad a las movilizaciones anteriores”, ampliando el alcance mediático de sus reivindicaciones. En este sentido, la protesta ha servido para “reforzar el movimiento popular y comunitario en València, y, sobre todo, para fortalecer la red de apoyo vecinal”.
Los integrantes de la acampada han recordado que a lo largo de las diferentes jornadas se han llevado a cabo diversas actividades como conciertos, charlas, asambleas abiertas y actos “culturales, sindicales y de convivencia igualitaria”, en los que, según comentan, participaron “miles de personas”. Asimismo, los representantes del movimiento han expresado con rotundidad que la “acampada ha dejado claro que la ciudadanía quiere una ciudad habitable, con vivienda accesible y sin la presión del turismo masivo".
Preparando el futuro en los barrios
Uno de los ejes centrales de la acampada, según los propios organizadores, ha sido la creación y fortalecimiento de redes populares en la ciudad y el área metropolitana. De esta forma, los activistas planean ampliar su actividad en los próximos meses a aquellos barrios y localidades que aún no cuentan con espacios organizativos similares, con el objetivo de seguir consolidando un movimiento “social, comunitario amplio y participativo”.
Asimismo, han apuntado que "se han creado diferentes grupos de trabajo”, algo que, han asegurado, se ha conseguido "gracias a la solidaridad, los cuidados ofrecidos por el tejido vecinal y el apoyo de tantos colectivos y organizaciones que de manera hermanada han trabajado con nosotros codo con codo".
De la misma manera, han advertido que “vamos a continuar trabajando en movilizaciones y en la ocupación del espacio público", al mismo tiempo que ensalzan que las redes asamblearias han demostrado tener la “fuerza suficiente” para llevar el conflicto y sus demandas hasta las puertas del Ayuntamiento. En este sentido, han proclamado que la protesta en la plaza ha sido solo una primera fase de un plan más amplio: "Ahora vamos un paso más allá. Si no tenemos casa, ya no nos vale solo la plaza, lo queremos todo y lo lucharemos todo”.
A partir de este 27 de octubre, han anunciado que comienza una “cuenta atrás” hasta la próxima primavera. De esta forma, explican que si para esa fecha no se han logrado “avances significativos” en sus demandas, volverán a tomar las calles y no descartan intensificar sus acciones y ocupar la ciudad con nuevas protestas. Entre las medidas que están considerando, y que plantean dialogar con otras entidades, mencionan la posibilidad de huelgas generales, tanto de consumo como de alquiler.
“Dispuestas a negociar” con las instituciones
Este lunes 28 el colectivo ‘València no está en venda’ mantendrá una reunión con la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, y ha indicado que "están dispuestas a negociar, a ponerles el trabajo que han hecho sobre la mesa y a poder seguir trabajando en conjunto". En esta línea, una de las participantes en la acampada ha añadido que sus demandas "ya se han entregado en las diferentes instituciones a quien deberían ser dirigidas en cada caso: Ayuntamiento, Generalitat y Delegación de Gobierno".
Por otro lado, ha apuntado que "el diálogo será en función de lo que se proponga desde las administraciones, pero nuestra estrategia no es el diálogo con la institución, sino el trabajo desde los barrios", a lo que ha añadido que su actitud será "abierta a ello, como siempre, en la medida en la que —estas instituciones— quieran dialogar y según las condiciones y la estrategia" que se plantee desde los barrios.
Más allá de la dificultad del acceso a la vivienda, uno de los temas centrales de la protesta es la preocupación por la “turistificación descontrolada” que, según expone la plataforma, está expulsando a los residentes de sus barrios y encareciendo el coste de la vida. También han expresado su oposición a la ampliación del puerto, que consideran una amenaza para el entorno natural y el bienestar ciudadano.
En este sentido, lamentan que las obras en el puerto de la ciudad ya hayan comenzado, a pesar de la oposición ciudadana, y advierten que apoyarán la lucha en marcha iniciada por otros colectivos y asociaciones. Por último, el colectivo insta a la ciudadanía a “mantenerse alerta” y a participar en las próximas movilizaciones que organizarán en defensa de un modelo de ciudad más “justo y sostenible”.