Valencia se compromete con Housing First, el proyecto para dar un techo a personas sin hogar

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El concejal de Innovación del Ayuntamiento de València, Roberto Jaramillo, ha firmado un acuerdo con la Fundación RAIS, Red de Apoyo a la Integración Sociolaboral, por el que se dará acogida a personas sin hogar que actualmente están viviendo en la calle.

El convenio, impulsado por el alcalde, Joan Ribó, está suscrito en el marco de Hábitat, el primer programa puesto en marcha en España siguiendo el modelo Housing First (la vivienda primero). El Ayuntamiento proporciona tres viviendas de propiedad municipal a RAIS, cuyos profesionales prestan a cada persona un apoyo no condicionado a la consecución de objetivos ni a otras exigencias habituales en los procesos de intervención social (seguimiento de tratamientos médicos o mentales, abstinencia…).

RAIS, una fundación especializada en la atención a las personas sin hogar, seleccionará a los beneficiarios, personas mayores de 18 años que lleven un mínimo de tres años viviendo en la calle y que padezcan alguna enfermedad mental, adicción o discapacidad.

Según la entidad, los participantes en el programa tienen enormes dificultades para acceder o mantener las plazas en los recursos de alojamiento tradicionales para personas sin hogar, por lo que acaban durmiendo de manera continuada en las calles.

Jaramillo asegura que este proyecto de innovación social está intentando abordar el problema de las personas sin hogar desde otra perspectiva. "Habitualmente, se prioriza la atención a los problemas médicos, psicológicos, económicos o de adicción de estas personas. Con este modelo, se da preferencia al acceso a la vivienda, para que desde un espacio propio e íntimo, se aborden los cambios necesarios para que los participantes del programa puedan salir de la pobreza y la exclusión”.

Según RAIS, las evaluaciones del programa desarrolladas en numerosos países demuestran la eficacia del modelo Housing First. Las personas participantes disminuyen el uso de recursos sociales de emergencia y necesidades básicas (equipos de calle o centros de día) y aumentan el uso de recursos de rehabilitación y reinserción (talleres formativos, atención psicológica o psiquiátrica, rehabilitación, etc.).

Además, el 100% de participantes en Hábitat han pasado de vivir establemente en la calle a permanecer, dos años después de su entrada, en la vivienda que les facilita el programa, cuando antes tenían enormes dificultades para acceder o mantener las plazas en los recursos de alojamiento tradicionales para personas sin hogar.

Un estudio de RAIS detectó a más de 400 personas sin techo en Valencia. De ellas, según una encuesta, el 45% han sido atacadas o agredidas; el 57% padece graves problemas de salud y el 77% carece de ingresos o subsidios

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