El Ayuntamiento de València estudia los daños que dejó el temporal de lluvias torrenciales de la semana pasada en las playas del sur para pedir ayuda al Ministerio para la Transición Ecológica.
Así lo ha avanzado el alcalde, Joan Ribó, sobre esta tormenta que dejó el jueves más de 61 litros por metro cuadrado en una hora, las lluvias más intensas desde 2008 y el segundo temporal más fuerte desde 1980 en la ciudad.
Ribó ha recordado que ya planteó recientemente a la ministra, Teresa Ribera, la necesidad de regenerar las playas del sur y que es algo que está recogido en una "pequeña parte" en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021. "Evidentemente, se tendrá que mejorar", ha constatado.
En todo caso, el Ayuntamiento quiere evaluar todos los efectos de las lluvias en estas playas antes de realizar su petición formal a la dirección general de Costas.
Entre la tarde del miércoles y el jueves, los pluviómetros municipales recogieron 240 litros por metro cuadrado en El Saler, 213 en el Perellonet y 165 en el Cabanyal. En las playas del norte (Malvarrosa y Cabanyal) los efectos fueron menos graves.
En general, las lluvias produjeron fuerte movimiento de arena y arrastre de restos de peces pequeños, algas y suciedad, duchas, lavapiés y pasarelas. El depósito de Eugenia Viñes almacenó más de 20.000 metros cúbicos de agua, lo que permitió reducir el vertido a las playas de Grau-Cabanyal.
Paralelamente, el aumento de agua en l'Albufera provocó encharcamientos en las pedanías del sur y la subida del nivel del mar ocasionó la entrada de agua en el Azarbe y en el viejo cauce del Túria.