València es reconocida por el Ministerio de Hacienda como “ciudad ejemplar” por sus inversiones en alumbrado público y crecimiento sostenible

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El Ministerio de Hacienda, a través de la Dirección General de Fondos Europeos perteneciente a la Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos, ha admitido los proyectos de la ciudad de València como "ejemplos de buenas prácticas" en materia de inversiones para mejorar la eficiencia de las instalaciones de alumbrado público, a propuesta del IDAE (Instituto para el Desarrollo y Ahorro de Energía). Es la segunda convocatoria consecutiva que realiza el IDAE y en la que el Ayuntamiento de València participa, convocatorias que suponen una financiación de hasta 4 millones de euros a devolver en 10 años sin intereses. Es decir, se han invertido en total 8 millones de euros, financiados de manera íntegra con fondos FEDER. La concejala de Gestión de Recursos del Ayuntamiento de València, Luisa Notario, ha manifestado que "es un merecido reconocimiento a la apuesta de este gobierno para mejorar el alumbrado de nuestra ciudad".

"Nos sentimos realmente orgullosos puesto que es un reconocimiento también al gran trabajo que han hecho los trabajadores y las trabajadoras del servicio de Alumbrado Público. Un proyecto que ha borrado a València del mapa de la contaminación lumínica y el derroche de energía y el dinero público y la ha colocado en el mapa de la eficiencia, la sostenibilidad y las buenas prácticas medioambientales. Es un reconocimiento que nos anima a continuar con esta estrategia de renovación y cambio del alumbrado público a tecnología eficiente", ha afirmado Notario.

Un reconocimiento del Ministerio de Hacienda que premia el cambio de paradigma que ha experimentado València en los últimos años, ya que estaba considerada como una de las ciudades europeas con mayor contaminación lumínica que se traducía en una factura eléctrica anual superior a los 13 millones de euros. Unas cifras que Notario ha puesto en valor porque "se han reducido drásticamente, cumpliendo con creces los tres retos que tenía la ciudad: renovar la totalidad del parque de alumbrado público para asegurar una iluminación eficiente, reducir la factura eléctrica y las emisiones de CO2, y contribuir a crear una cultura ecológica y aumentar el bienestar de la ciudadanía disminuyendo la luz intrusiva".

Por lo que respecta al alumbrado público, conformado por un parque de más de 107.000 puntos de luz, en 2015 tenía una potencia superior a los 25 MW que suponían un alto consumo energético y un elevado índice de emisiones de CO2 así como una alta contaminación lumínica. El Ayuntamiento de València emprendió en 2018 la renovación de sus instalaciones de alumbrado público, cuyo equipamiento anticuado no se había renovado desde 1990, en dos fases diferenciadas. En la primera, que finalizó en junio de 2018, se intervinieron un total de 31.691 luminarias de las que 27.302 fueron sustituidas por otras más eficientes y, además, se renovaron 4.389 luminarias esféricas instaladas de baja altura colocando en gran parte de ellas luminarias LED de nueva adquisición. En la segunda, cuyas obras han finalizado esta misma semana, se han intervenido en 10.875 puntos de luz adicionales donde los trabajos han consistido en la renovación y mejora de las luminarias de baja eficacia luminosa por otras con fuente luminosa LED de alto rendimiento.

De esta manera, València ha logrado una reducción del consumo de energía eléctrica de aproximadamente 27.725 MWh al año y evitar la emisión de 13.403 toneladas de CO2 anuales. Unas cifras que conforman un ahorro del 74 % en el consumo inicial de la instalación intervenida y un 24 % sobre el consumo total de todo el alumbrado de la ciudad. Unos trabajos de renovación que requirieron de un presupuesto de casi 4 millones de euros, aportando el IDAE un préstamo por la totalidad de la inversión, del cual FEDER ha contribuido con una subvención de 841.935 euros. Con esta nueva instalación se ha disminuido el consumo de energía eléctrica aproximadamente en 21.597,76 MWh al año y 11.252,43 toneladas de CO2 de emisiones evitadas anuales; lo que se traduce en un ahorro del 75% en el consumo inicial de la instalación intervenida y un 20% sobre el consumo total de todo el alumbrado de la ciudad.

Notario ha puesto de manifiesto que el factor social ha sido otro de los aspectos importantes que ha tenido en cuenta el Ayuntamiento de València, ya que las renovaciones se han llevado a cabo "en todo tipo de calles, zonas y barrios, incluyéndose áreas que precisaban de regeneración social así como zonas rurales". La concejala de Gestión de Recursos ha puesto en valor que se renovado alrededor de la mitad del alumbrado total de la ciudad y ha remarcado que "se ha buscado optimizar al máximo la inversión, prevaleciendo el ahorro económico de la instalación. Este planteamiento nos ha permitido actuar sobre un mayor número de puntos de luz, obteniendo, finalmente, un mayor ahorro energético global". Unas instalaciones que han conseguido la calificación energética "A", el índice más alto de eficiencia energética tanto a nivel global de la instalación como por calles, es decir, que tienen la máxima iluminación con el menor consumo de energía posible

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