A finales del pasado mes de marzo, el ministerio de Fomento hizo pública la adjudicación de las obras de la ampliación de la V-21, para las que la empresa escogida recibirá en torno a 20 millones de dinero público. Desde la plataforma Valencia en Comú han mostrado en reiteradas ocasiones su rechazo a una instalación que consideran innecesaria y que, según la plataforma, "responde más a una lógica de gastar el dinero público en empresas de amiguetes, como es el caso de OHL".
La formación denuncia que esta empresa ha sido implicada en tramas como la operación Lezo, donde, junto con otras constructoras fue beneficiada de contratos de obras públicas a cambio de financiar al partido popular madrileño. Además, según un comunicado de la plataforma, OHL fue la que recibió el mayor importe: 58,2 millones en tres contratos de mantenimiento de carreteras en Madrid, León y Granada. "No es la primera vez que esta compañía se veía envuelta en tramas forjadas con instituciones controladas por el PP, ya que se acusa a Javier López Madrid, yerno del fundador y “compi yogui” de la reina Letizia, de llevarse una comisión ilegal de más de 3 millones de euros por unas obras en el metro de Madrid", recuerdan en València en Comú.
"Cuando decíamos que esta innecesaria infraestructura respondía más a una lógica de “capitalismo de amiguetes” que a una verdadera necesidad de ampliar los accesos, nos referíamos precisamente a esto", dice el comunicado, para añadir posteriormente que "empresas que han sido implicadas en casos de corrupción con gobiernos del PP siguen siendo adjudicatarias de obras públicas por parte de miembros de ese partido".
"También hemos escuchado estas semanas a Juan Carlos Moragues, delegado del Gobierno, decir para justificar este desdoble, que “la gente necesita llegar a Valencia por muchos motivos”, como si la única forma de llegar a la ciudad fuera utilizando el coche". "El vehículo más contaminante y que es probablemente el responsable de que los niveles de contaminación en la ciudad estén aumentando", defienden.
Desde este grupo político consideran que hay que priorizar otros medios de transporte que causen un menor impacto ecológico y sean más sostenibles, como la bicicleta, cuyo uso se está aumentando tal y como demuestra el incremento de un 20% en el uso del anillo ciclista y el descenso de la utilización del vehículo privado, lo que muestra una tendencia creciente a ser más respetuosos con el entorno. Un entorno, el de la huerta, que vería destruidos 80.000 metros cuadrados con la ampliación de la V-21.