València avanza hacia un modelo de ciudad basado en la sostenibilidad

Enllumenat intel·ligent o sensors mediambientals en l'EMT són algunes de les accions per a complir amb els ODS

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Campo en València
Campo en València

València sigue trabajando para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030 a través de políticas que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, al tiempo que se combate el cambio climático. De esta manera, y gracias al proyecto de Smart City València se están implantando medidas para cumplir con los 17 ODS que marca la ONU.

Sin duda, uno de los bloques más destacados es la preservación de nuestro planeta. Así, desde el Consistorio se está trabajando en la implantación de sensores medioambientales embarcados en la EMT para tener una medición de los niveles de contaminación más específica; en la instalación de sensores de nivel de llenado de los contenedores de los Pueblos del Norte y del Sur para una gestión de la recogida de residuos más eficiente; así como en la instalación de alumbrado inteligente, en un primer momento en los Pueblos del Norte y Sur, para disponer de información, en tiempo real, del estado de los distintos tramos del alumbrado, mientras se mejora la sostenibilidad medioambiental reduciendo el consumo.

Sin embargo, también se está trabajando ya en el cumplimiento de otros Objetivos de Desarrollo Sostenible. En este sentido, desde València Ciudad Inteligente se está elaborando una nueva aplicación de gestión del fondo social para hogares en riesgo de exclusión. El objetivo no es otro que simplificar la gestión de la solicitud del bono social para el suministro del agua, y la intención es que se extienda a los suministros de energía eléctrica y gas. Con esta medida, se cumplirán los ODS de Fin de la Pobreza, Hambre Cero y Agua Limpia y Saneamiento.

El Consejo Alimentario de la ciudad

València ha sido la primera ciudad de todo el país en contar con un Consejo Alimentario Municipal. En cumplimiento del Pacto de Política Alimentaria, que se firmó en Milán en 2015, el Consistorio puso en marcha los mecanismos para constituir este Consejo, que se constituía en 2018. Un organismo que nace con la voluntad de trabajar para desarrollar sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, seguros y diversificados con el objetivo no solo de asegurar el derecho de la ciudadanía a una alimentación sana y saludable, sino también a reducir los desperdicios de alimentos y preservar la biodiversidad.

Desde su puesta en marcha, el Consejo Alimentario Municipal ha convocado dos mesas de trabajo en las que se ha abordado aspectos como el estudio de la compra pública y los comedores escolares para convertirlos en espacios más sostenibles, así como en el estudio de los canales cortos de comercialización, que realizó el Centro de Estudios Rurales y Agricultura.

En definitiva, se trata de avanzar, conjuntamente, y eso pasa por implicar a la ciudadanía, a entidades y administraciones, hacia un sistema de alimentación local más justo y sostenible. Para ello, este Consejo se rige por una carta de principios en la que se establece la importancia de otorgar a la ciudadanía el derecho a decidir qué tipo de sistema alimentario quiere y ofrecerle las herramientas para llevarlo a cabo. Para ello, es imprescindible que “todas las personas tengan acceso a la información, formación y recursos que nos permita cultivar, comprar, cocinar y disfrutar de alimentos sostenibles y saludables”.

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