València aprueba en una semana transformar dos solares en nuevas zonas verdes

L’aparició d’espais ‘naturals’ ajudarà a mitigar les altes temperatures nocturnes de l’estiu

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El pasado jueves, la Junta de Gobierno Local de València aprobaba convertir un solar en la avenida Juan XXIII en un nuevo espacio verde. Sólo una semana antes, el viernes anterior, el mismo órgano aprobaba una operación similar; transformar otro solar en la calle Siete Aguas en un parque con zonas verdes. Dentro de la dinámica de "renaturalizar" y "reverder" la "ciudad de plazas" que esgrime el Rialto, en una semana se han cerrado 736.113 euros para otorgar a Benicalap y Poblats Marítims nuevas zonas de ocio 'ecológico'.

Aunque estos proyectos se ha desarrollado a través de los presupuestos participativos, entran en la línea de lo que ambas formaciones del Rialto llevaban en su programa para las elecciones. También en el acuerdo firmado en sí: "Impulsaremos actuaciones de reurbanización y recuperación del espacio público [...], así como un plan de solares municipales para su movilización y recuperación para uso ciudadano".

Este es el caso de ambos solares que se sitúan, además, en dos barrios de València con más necesidad de inversiones. El último proyecto aprobado convertirá un solar de tierra, utilizado actualmente para aparcar coches, en un espacio verde de 2.700 metros cuadrados, con equipaciones habituales de parques -juegos infantiles, bancos...-. Destacan, sin embargo, la "gran cantidad" de vegetación que habrá, en la línea de dar 'salud' a la ciudad; un argumento parecido al del Concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, sobre la remodelación de la Plaza de la Reina.

Solar de Poblats Marítims.

Este proyecto tiene un presupuesto de 388.893 euros, del que el Vicealcalde, Sergi Campillo, destacó que será "un espacio accesible y tranquilo" con juegos, equipación de ejercicio para adultos, "vegetación "y sombra", donde "tenga cabida la biodiversidad".

El segundo solar, en la calle Siete Aguas, también es de tierra y se utiliza para aparcar vehículos. Así, aunque se ganarán espacios verdes, en un futuro puede complicar el aparcamiento a los residentes de la zona. Este tiene un presupuesto algo menor que el de Benicalap; 347.220 euros. Ambos han iniciado ya el proceso de licitación, por lo que podrían ser una realidad antes de finalizar 2020.

Como el otro proyecto, el espacio contará con equipo "biosaludable" para hacer ejercicio al aire libre, juegos infantiles, y también una importante presencia 'verde'; un doble 'muro' de árboles aislará el parque de los pasos de vehículos de la calle Rodrigo de Pertegás con la calle de Eivissa.

Isla de calor

La transformación de estos espacios juega también con otro de los proyectos medioambientales del equipo de gobierno; acabar o mitigar el efecto conocido como 'isla de calor'.

Este efecto se produce en los grandes núcleos poblacionales: el asfalto, hormigón y demás materiales artificiales de la ciudad son grandes 'absorbentes' y 'acumuladores' de la radiación solar, que no permiten una correcta disipación nocturna. Así, en la zona urbana las temperaturas se mantienen altas, frente a las zonas verdes o rurales. Se trata un efecto notorio en la ciudad de València, por ejemplo, entre la temperatura del centro histórico y el de grandes zonas verdes como Viveros.

"Uno de nuestros objetivos como gobierno municipal es retrasar los procesos de subida de las temperaturas que sufre nuestra ciudad, y que tiene una repercusión directa en el cambio climático. Por eso, ya estamos trabajando para evitar el llamado efecto isla de calor", señaló el alcalde de València, Joan Ribó, hace unas semanas. Esta lucha se traduce en "replantación de árboles por toda la ciudad", la "reducción de gases contaminantes" y la aparición de nuevas zonas verdes como en estos solares.

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