A las puertas de lo que sería la temporada alta de turismo, la Comunitat Valenciana concentra, quizás, más dudas que nunca sobre su escenario pandémico más próximo. En menos de dos semanas, si no hay cambios, se levantará el estado de alarma y con ello no será posible aplicar medidas férreas como el cierre perimetral de toda la región o el toque de queda nocturno. Pero pronto se empezará a perfilar cómo será el verano en Castellón, València y Alicante y la reactivación social tan esperada por los valencianos y las valencianas.
El pasado jueves 22 de abril, el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, anunció el nuevo paquete de medidas vigente hasta el 9 de mayo, fecha en la que se levantará el estado de alarma si el gobierno de España no lo prorroga, según ha reiterado el presidente, Pedro Sánchez.
Hasta entonces, se ha ampliado el aforo en espacios como los culturales, ceremonias, la hostelería y el comercio pueden abrir hasta las 22 horas y las reuniones se mantienen en seis personas en espacios públicos y a dos núcleos de convivencia en privados, principalmente.
El cap del Consell calificó las nuevas flexibilizaciones como un paso más en la desescalada, aunque, de nuevo, apeló a la prudencia como estrategia para seguir siendo una excepción positiva a nivel europeo y mundial. Y esta es, precisamente, la prioridad que parece que continuará sobre la mesa una vez acabe el estado de alarma.
"En los primeros días de mayo se mantendrá la última reunión antes del estado de alarma, en la que se concretará el levantamiento del cierre perimetral de la Comunitat Valenciana", explicó Puig, que añadió que "podrían producirse modificaciones en cuanto al toque de queda" en ese encuentro. Será el 4 de mayo y tal y como avanzó junto a la consellera de Sanitat Universal i Salut Pública, Ana Barceló, se realizarán reuniones antes con los sectores más afectados por la pandemia para abordar cómo podría ser su desescalada.
El objetivo: "que el verano sea lo más normal posible"
En la comparecencia, Puig dejó claro que la posición del Consell es que "la desescalada que se produzca tras el estado de alarma sea progresiva y prudente". "Ahora avanzamos un poco y esperamos seguir avanzando un poco más", señaló, y reconoció que "el estado de alarma aporta una atmósfera distinta", por lo que cuando acabe se buscará la fórmula para conseguir mantener la prudencia y evitar dar pasos atrás.En el diseño del verano de 2021 estarán sobre la mesa "el ritmo de vacunación, la prevención y el rastreo", porque "si continúan avanzando como hasta ahora, iremos hacia un verano lo más normal posible, que es lo que queremos".
En este sentido, ayer mismo señaló en Alicante que se prevé acelerar la vacuna a las personas mayores de 60 años para que todas ellas estén inmunizadas con la pauta completa antes de finales de mayo y no a principios de junio. Eso sí, reiteró que "necesitamos más vacunas para que aumente el ritmo de vacunación".
Además, explicó que el objetivo es conseguir ser una alternativa turística segura para la vuelta a la normalidad: "¿Qué verano queremos? El verano más normalizado posible. Pero todo dependerá de los avances en la vacunación y del espacio de prevención. Por eso queremos que haya un espacio garantizado de normalidad en Europa y que financie las PCR para que todas las personas puedan viajar a otros países independientemente de su renta".
De esta forma insistió en la actuación de la UE como clave para definir la temporada estival valenciana. "La imagen de la Comunitat Valenciana salta fuera de Europa como una de las más protegidas y eso es un gran activo para que el verano sea lo mejor posible. Lo necesitamos a nivel económico, pero también a nivel anímico y social", subrayó.
Así, se espera conocer más detalles tras la reunión previa al fin del estado de alarma de la Mesa Intedepartamental para la Prevención y Actuación ante la COVID-19 del 4 de mayo, en la que se debatirán qué medidas poner en marcha dentro de las competencias regionales sin el estado de alarma.