Massarrojos vuelve al pasado con la V Escaldà de uva en su riurau

Actualment, sols tres famílies de la Marina Alta es dediquen a la producció artesanal de panses i els riuraus desapareixen per falta de mesures de protecció

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El próximo domingo 7 de octubre, la pedanía valenciana de Massarrojos se trasladará al pasado para vivir una de sus tradiciones más importantes: la V Escaldà de uva, declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial (BIC) del patrimonio valenciano. Con la celebración de su VIII Jornada Cultural, Per l'Horta, la Associació Cívica Roll de l'Ametler y la propiedad del Mas del Fondo invitan a todo el mundo a conocer cómo se producía la pasa artesanal a través de diversas actividades para toda la familia.

Para comenzar esta fiesta, los asistentes podrán participar en una visita al Mas del Fondo a las 10.30 horas, un espacio en el que actualmente hay cultivos ecológicos y se encuentra el gran riurau de la pedanía, donde después se celebrará la escaldà. Per l'Horta anuncia que quien quiera participar deberá acudir al Mas por su cuenta o llegar con miembros de la organización desde la estación de Massarrojos,  ya que se trata de una actividad opcional.

La V Escaldà, por su parte, tendrá lugar a las 12 horas en el mismo punto. Después del acto de bienvenida, los visitantes podrán ver y participar en esta tradición de la pasa de moscatel que se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX y disfrutar de la música y las palabras de Lluís el Sifoner. Al mismo tiempo, los niños y niñas podrán hacer maquetas de los emblemáticos riuraus, los edificios donde se secaban las uvas, en un taller de manualidades, así como aprender bailes tradicionales.

Finalmente, a las 14.30 horas habrá una comida de hermandad con el típico plato de l'Horta, el "arròs amb fesols i naps". En concreto, quien desee degustar esta caldera tendrá que pagar 12 euros (5 euros para los más pequeños de la casa) y haberse inscrito antes del 28 de septiembre.

Massarrojos vivirá por quinto año consecutivo una fiesta que pretende recuperar esta tradición que sirvió de sustento económico a muchas familias siglos atrás y que hoy es declarada Bien de Interés Cultural del patrimonio valenciano.

Imagen de archivo

Honrar a los mayores y a los riuraus

"En la Marina Alta solo hay tres familias que se dedican a la producción artesanal de la pasa, pero la tradición continúa viva de forma testimonial con la celebración de estas fiestas". El historiador Carlos Fuster conoce bien cuál es la situación de lo que fue un motor económico para muchas familias de Alicante, la Vall d'Albaida y la Safor y lo cuenta a través del libro "Els riuraus. L'elaboració de la pansa" y el documental "Temps de pansa. La memòria dels riuraus".

Según Fuster, el proyecto comenzó cuando descubrió una foto de su madre haciendo pasas ya que, aunque es historiador, no conocía esa tradición. En ese momento, decidió investigar qué vivieron las paredes de los riuraus y, tras conseguir 3.000 euros por el IX Premio de Investigación del Instituto de Estudios de la Vall d'Albaida por su trabajo, se lanzó a publicar el libro en 2013. "No obstante, como la gente que lo vivió se estaba muriendo creí que sería más rápido producir un documental y junto con Casimir Romero y Pau Romero, comenzamos a trabajar en ello", explica.

Así, grabaron fiestas de la "escaldà", entrevistaron a quienes vieron de primera mano la producción artesanal de la pasa e hicieron un audiovisual amateur didáctico "para todas las personas que se pregunten por las cosas". Desde entonces, venden ejemplares del libro y del documental para financiarse y seguir trabajando en la promoción y organización de actos en diversos pueblos, como es el caso de la V Escaldà de Massarrojos.

"Nuestro objetivo era recuperar esta tradición y que pasara a las nuevas generaciones. Si los riuraus están ahí, la gente debe saber para qué servían y de dónde viene la pasa", añade el historiador. Por ello, los creadores del documental y el libro llevan recorridos más de 80 pueblos valencianos e, incluso, argentinos, sorprendiendo al público que no conocía esta costumbre y a los que pensaban que nunca volverían va ver aquello que les marcó tantos años atrás.

Carlos Fuster admite que conlleva muchos problemas económicos por falta de apoyo y que el proyecto funciona gracias a la venta de ejemplares, pero que personalmente están muy contentos porque ha tenido muy buena acogida y ha servido para que las nuevas generaciones sepan lo que hicieron nuestros antepasados. Y confiesa: "era una forma de honrar a nuestros mayores y de decirles que lo que hicieron no ha desaparecido".

A pesar de que "Temps de pansa. La memòria dels riuraus" ha contribuido a divulgar la importancia de los emblemáticos riuraus, actualmente se han derruido varias construcciones, como la del Tros de Marins de Benisa. Ante esta situación, el investigador afirma que aunque se ha conseguido que la escaldà sea declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial (BIC) la administración debería proteger de forma genérica a los riuraus a través de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano "para que los propietarios reciban ayudas y tengan incentivos".

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