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Un total de cuatro proyectos de la Universitat Politècnica de València (UPV) han sido seleccionados por la Generalitat Valenciana, en la llamada a la innovación e investigación del sistema valenciano, para luchar contra el coronavirus. Un nuevo sistema de ventilación para pacientes con Covid-19; un prototipo de robot para desinfectar espacios mediante luz ultravioleta; biosensores para determinar niveles de virus en sangre; y, finalmente, una propuesta de uso de drones para transportar material sanitario, muestras biológicas o cualquier otra mercancía requerida. De este último proyecto, hablamos con el profesor y presidente de la comisión de drones COSIDANT de la UPV, Israel Quintanilla.
"El objetivo es realizar un estudio de seguridad, analizar qué tipología de aeronave es la más eficiente para cada transporte y en función de la distancia, desarrollar un plan de vuelo, analizando todos los riesgos, y realizar las correspondientes pruebas piloto para garantizar la viabilidad del sistema y, en caso de emergencia, poder empezar a utilizar los drones para transportar desde material sanitario, como tests rápidos, medicamentos o muestras biológicas, hasta alimentos", y añade, "los drones pueden transportar hasta 12 kilos. Entonces, de lo que se trata es de generar líneas de transporte frecuentes que nos permita actuar de manera más eficiente ante una emergencia".
Asimismo, uno de los principales aspectos a tener en cuenta es la autonomía de los drones. "Mientras los multirotor tienen una autonomía de 50 minutos y se puede mantener suspendidos, los de ala fija tienen una autonomía de 2 a 4 horas, pero necesitan aterrizar. Por eso, en estos meses de desarrollo, tendremos que analizar cuál sería mejor, por su tipología, en función de la carga y el lugar de transporte".
Para ello, la UPV cuenta con años de experiencia. "Estamos preparados para integrar los drones en la vida diaria", explica Israel Quintanilla. De hecho, "ya desarrollamos un proyecto privado con Gandia y Fisabio para transportar material en entornos rurales". Pero, además, de las 4.500 empresas españolas que se dedican a la utilización de los drones, solo 5 están autorizadas a volar dónde, cómo y cuándo quieran, y la UPV forma parte de este grupo reducido. "Somos la única universidad española que cuenta con esa autorización y, por tanto, es un elemento diferenciador que, junto con la capacidad de investigación de la UPV en esta temática, nos permite desarrollar este proyecto".
Los drones han venido para quedarse y, sobre todo, para ponerse al servicio de la sociedad. "En la actualidad, nos permite transportar mercancías, pero el futuro son los vuelos autónomos y el transporte de personas. Toda la investigación se está aplicando a la vida diaria, y lo que ahora nos parece una utopía, en un futuro ya no lo será tanto". Tal y como cuenta Israel Quintanilla, "el siguiente paso será la ocupación del espacio aéreo de la ciudad, dejando hueco para el espacio terrestre que ya está saturado. Esa es la visión futurista porque contamos con la tecnología, la normativa y el procedimiento necesario".
Por el momento, este proyecto del uso de drones para el transporte de material sanitario ya se está desarrollando en la Comunitat Valenciana para dar respuesta a la emergencia Covid-19. De esta manera, si como se prevé, se volviese a experimentar un nuevo brote de coronavirus en otoño, "ya podríamos empezar a utilizarlo con todas las ventajas que supone: más eficiencia y rapidez y, sobre todo, reducir el contacto físico del personal sanitario".