Una victoria que vale la cabeza de serie en la Copa y una segunda plaza en Liga

El València Basket venç al Movistar Estudiants (93-85)en un complicat partit i tanca la primera volta segon després de la derrota del FC Barcelona

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Mientras el frío llegaba a Valencia, la Fonteta se calentaba para dar ánimos a un equipo que tenía la cabeza de serie en las yemas de los dedos. El de ayer fue un partido dominado en el marcador, durante la mayor parte, por un Valencia Basket que a punto estuvo de volver a disputar un final apretado. Sin embargo, las ganas, una afición entregada y aprender de los errores hizo que el conjunto taronja despegara en el luminoso en el tercer cuarto tras romper Sikma el último empate (53-53) y Van Rossom pusiera el +10 de nuevo en el marcador en los últimos segundo del tercer cuarto (74-64). En el último cuarto, los de Pedro Martínez fueron haciendo camino, solventando los errores y aguantando el marcador para finalmente adjudicarse la victoria, ser cabeza de serie en la Copa por mérito propio y acabar la primera vuelta de la Liga en segunda posición tras la derrota del FC Barcelona Lassa ante le Iberostar Tenerife.

Centrado, organizado, con la mente fría y con muchas ganas. Así salió el Valencia Basket con una Fonteta entregada. El primer cuarto fue un claro dominio del conjunto taronja que poco iba sumando puntos y dominando a un Movistar Estudiantes que no encontraba muy bien la manera de pararlos. La comodidad con la que el conjunto valenciano anotaba de la mano de Dubljevic, San Emeterio o Diot dejaba los puntos del mejor anotador de la Liga, Edwin Jackson, como única forma de no perder la estela del marcador. A pesar de todo este primer cuarto acabó con un +5 en el marcador (27-22).

Los siguiente diez minutos empezaron con un cierto dominio colegial que de la mano de Darío Brizuela bajó la desventaja a tan sólo tres puntos. Fue cuando tanto Dubljevic como un triple de Sato lograba mantener a los locales por encima (32-26 min.12). Sin embargo, las pérdidas, los errores y el cúmulo de despropósitos que se vivió en ese momento fueron castigados tanto por Wilson y Brizuela que acercaron a su equipo a tan solo un punto para que Grimau rematara la faena empatando el partido a 34 desde el tiro libre. Fue entonces cuando ambos equipos empezaron a luchar por el domino del marcador y, a pesar de que Kravtsov y San Emeterio volvieron a empatar un triple de Suton mandó a los suyos tres arriba al vestuario (41-44).

Tras el descanso y conscientes que habían dejado escapar una renta considerable en los últimos diez minutos,los chicos de Pedro Martínez salieron convencidos de que podían volver a poner el partido a su favor. El tercer cuarto fue un tuyo-mío en el marcador. Hasta en tres ocasiones estuvo el marcador empatado en este cuarto (a 44, a 51 y a 53) fue Sikma el encargado de romper este último empate cuando habían transcurrido poco más de cinco minutos de este periodo (55-53). A partir de ahí buenas acciones en defensa, robos de balón que a veces acababan en canasta y a veces no, fueron abriendo camino en un marcador dominado por el conjunto taronja. A pesar de ello, el Movistar Estudiantes no dejaba que la renta aumentase mucho de la mano de Suton y de Jackson. Con una renta de diez puntos, a la que se llegó en los últimos segundos con un triple de Sam Van Rossom, se llegaba al último cuarto (74-64).

El conjunto taronja hizo valer la renta de diez puntos con los que llegaba a los últimos diez minutos. El cuarto empezó con nervios en ambos conjuntos, fallos, malas decisiones de tiro y algún que otro despiste hacía que el balón fuera loco de un lado a otro. Pasados dos minutos fue Suton el que abrió de nuevo el marcador con el 74-67, a partir de entonces cada nuevo punto de Estudiantes era contestado por los locales que no dejaban que la renta disminuyera en exceso como les había pasado en el segundo cuarto. Romain Sato y Bojan Dubljevic iban tirando del marcador taronja que unido a buenas defensas. Fue en los últimos dos minutos cuando Estudiantes reaccionó e intentó aprovechar cada uno de los errores que el Valencia Basket comentía, sobre todo en ataque. Sin embargo, los de Pedro Martínez se rehacían pronto y con los robos de balón y un triple de Sam Van Rossom que ponía de nuevo el +10 en el marcador (91-81) lograban mantener el dominio. Omar Cook fue el encargado de lograr los últimos puntos para su equipo que finalmente caía por 93-85 para contento de una Fonteta totalmente entregada a su equipo que cerraba el encuentro a ritmo de pasodoble.

 

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