Un 2020 negro para la pólvora, la música y los artistas falleros

La pandèmia ha obligat a suspendre festes com les Falles de València, Sant Joan o el 9 d’octubre

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A finales de febrero del año pasado empezó a propagarse lo que ahora bien es conocido por todos como la pandemia de la Covid-19. Una pandemia que ha provocado, además de una crisis sanitaria, económica y social, la cancelación de multitud de actos festivos en todo el mundo. En la Comunitat Valenciana, el virus se llevó por delante todo tipo de festividades. Algunas se cancelaron, otras se pospusieron y otras se adaptaron al celebrarse de la única manera posible, online.

Concretamente, en la ciudad de València la propagación del virus coincidió con la víspera de la celebración de las Fallas. Una festividad que, a punto estuvo de celebrarse. Sin embargo, la situación epidemiológica indicaba que lo mejor era cancelarlas y, poco después se instauró el estado de alarma, que vino acompañado de un confinamiento general de la población. Así, quedaban oficialmente canceladas unas Fallas, que no se suspendían desde la Guerra Civil. También se cancelaron las fiestas de la Magdalena por la propagación del coronavirus.

Las hogueras de San Juan también fueron canceladas en junio. La celebración de la noche de San Juan se suspendió al cerrarse la mayoría de las playas por la noche con el fin de evitar aglomeraciones de gente y botellones. Así, las playas y los ayuntamientos se tuvieron que adaptar para ofrecer unas fiestas que, desde luego, fueron muy distintas a años anteriores.

Otra festividad importante que tampoco pudo celebrarse es la del 9 d'octubre, el Día de la Comunitat Valenciana. El Ayuntamiento de València comunicó a principios del mes de agosto la suspensión de los actos oficiales de esta festividad. Sin embargo, ese mismo día se celebraron 8 concentraciones y manifestaciones en la ciudad, a pesar de las recomendaciones de Sanidad.

Además de estas fechas tan señaladas en la Comunitat Valenciana, la cancelación de festividades por la propagación del coronavirus afectó también a las fiestas de otros municipios del territorio valenciano. Las celebraciones de Moros Y Cristianos, de gran relevancia en localidades como La Vila Joiosa o Alcoi, tuvieron que ser canceladas ante la grave situación epidemiológica de la Comunitat y del conjunto del país. La Tomatina de Buñol también tuvo que ser cancelada por la Covid-19, así como las fiestas patronales de San Vicente Ferrer (Vall d’Uixó, Castellón), Bous a la Mar (Denia) o la procesión del Domingo de Ramos en Elche, entre muchos otros.

No es la primera vez que se suspenden

Aunque parezca algo nuevo, no es, sin embargo, la primera vez que festividades tan importantes como las Fallas se han tenido que suspender o aplazar. A lo largo de la historia, hasta un total de 6 veces se han tenido que suspender las Fallas de València (teniendo en cuenta este año). Se data en 1886 la primera vez que se tiene constancia de que los monumentos falleros no llegaron a plantarse, pues los falleros se negaron a pagar una tasa de 60 pesetas que, por aquel entonces, se cobraba como canon.

10 años después volverían a suspenderse las fallas debido al estado de guerra que se declaró en España en la conocida como guerra de Cuba, y se decidió no celebrar las fallas a dos días de su inicio. Por motivos bélicos, también se suspendían las Fallas en los años 1937, 1938 y 1939, debido a la Guerra Civil. Por estas razones, también se suspendieron fiestas como San Juan o el 9 d’octubre, entre muchas otras fiestas locales.

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