Hace hoy un año, la plaza del Ayuntamiento de València se cerraba al tráfico para iniciar los trabajos de peatonalización blanda. Sin duda, una actuación que marcó un antes y un después tanto en la imagen del centro de la ciudad, como en la concepción que la ciudadanía tenía de una de las plazas más emblemáticas de la ciudad. Y es que la plaza del Ayuntamiento pasaba de ser una rotonda, con más del 70% del espacio ocupado por los vehículos privados, a un amplio espacio peatonal dedicado, casi exclusivamente, al disfrute de los valencianos y valencianas.
Mediante una renovación del asfalto y el uso de jardineras, báculos y pilones, instalados en la plaza de manera provisional, se delimitaron los cerca de 12.000 metros cuadrados que se recuperaron con esta actuación y que, pronto, comenzaron a llenarse de vida. Además, esta peatonalización también vino acompañada de un cambio sustancial en la movilidad que supuso, principalmente, el cambio de circulación de las líneas de la EMT, permitiendo solo la entrada de la C1, una línea que se creó expresamente tras el anuncio de peatonalización del centro.
Desde entonces, la plaza del Ayuntamiento se ha convertido en todo un referente. Tanto es así que, en 2020, ganó el primer premio de la Semana Europea de la Movilidad Sostenible en la Comunitat Valenciana, en la categoría de grandes ciudades. En ese momento, la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, resaltaba que "aunque, al principio, este tipo de actuaciones pueden despertar controversia, solo hay que pasearse una tarde por la plaza del Ayuntamiento para ver cómo es disfrutada por niños y niñas y personas mayores, que juegan, que se sientan, que pasean, que se divierten y que disfrutan de un espacio que ya hace años tenía esta ciudad pendiente de peatonalizar".
Foto: Xisco Navarro
Sin embargo, el camino no termina aquí. Y es que, ahora, es el momento de avanzar hacia su urbanización definitiva. Para ello, Gómez ha presentado el concurso de ideas que proyectará la plaza del Ayuntamiento del futuro. Así, una vez aprobado en la Junta de Gobierno, se abrirá un plazo para que equipos multidisciplinares presenten sus propuestas que, además, tendrán que respetar las conclusiones extraídas del proceso de participación ciudadana que se llevó a cabo.
Entre ellas, ha explicado la vicealcaldesa, se encuentra mantener el espacio para la mascletà y la plantà del monumento; mantener los puestos de flores, aunque aceptando su reubicación para darles más protagonismo; mantener la fuente circular, aunque pudiéndose rediseñar y hacerla más accesible; así como crear zonas verdes y de sombra, baños, fuentes para beber y cambiar el suelo por uno que no sea resbaladizo.
Asimismo, otro de los criterios que se tendrán en cuenta es la petición de "que la plaza sea 100% peatonal". De esta manera, se estudiará la idea de sacar de la plaza las paradas de transporte público, aunque garantizándose la carga y descarga y el acceso a parkings privados.
El Ayuntamiento de València ha previsto una inversión aproximada de 8.639.400 € para la ejecución de la urbanización definitiva de la plaza que, junto con la remodelación de la plaza de Brujas y de la plaza de la Reina no solo transformará la ciudad, sino que se alzará como el icono de ‘València, ciudad de plazas’.